En menos de ocho días, la estructura de los ministerios de Justicia y del Interior han sufrido los embates más bochornosos, dejando desnuda la realidad de que quienes se encuentran al frente de estas carteras y, por sobre todo, a quienes el presidente de la República consideró aptos, se encuentran muy lejos de desempeñar sus labores de manera correcta.
El primer golpe lo recibieron luego de que quede más que en evidencia que el crimen organizado en nuestro país se encuentra sumamente arraigado al punto de recibir apoyo de quienes deberían impartir justicia con el acto de permitir el ingreso arbitrario del cuerpo de Osvaldo Villalba para que su hermana Carmen Villalba se despidiera de él, lo que detonó una imparable cadena de revelaciones.
La última revelación y que termina siendo uno de los golpes más fuertes es lo declarado por la ex coordinadora de Penitenciarías de Mujeres, Ana Dina Coronel, quien mostró públicamente el intercambio de mensajes con el entonces ministro de Justicia, Edgar Olmedo.