Sebastián Basso, fiscal argentino jefe de la unidad de investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en coordinación con las fiscalías de Asuntos Internacionales de Brasil y Paraguay, investiga posibles nexos de colaboración con Hezbolá para el atentado terrorista de 1994.

  • ENTREVISTA
  • Por Felipe Goroso S.

–FG: ¿Cómo se da la reapertura o reactiva­ción de la causa AMIA, tan importante para la Argen­tina y para la Triple Fron­tera?

–Sebastián Basso: El caso AMIA es muy emblemá­tico para mi país. En 1992 mi país sufre un atentado terro­rista con un coche bomba que afectó la sede de la Embajada de Israel donde hubo 22 muer­tos. Dos años después, en julio de 1994, otro atentado con coche bomba explotó contra la sede de un edificio donde funcionan varias asociacio­nes de nacionalidad judía, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y también funcionaba la Delegación de Asociaciones Israelitas Argen­tinas (DAIA) en el mismo edi­ficio. Ese atentado fue mucho más violento porque murieron 85 personas, hubo 300 heridos e innumerables daños mate­riales. Esos atentados marca­ron mucho a la Argentina, a la ciudad de Buenos Aires y a la comunidad judía en particular y se transformó en una razón de Estado tratar de saber qué pasó y quienes fueron los res­ponsables. A lo largo de estos 28 años se fue trabajando en el caso, lamentablemente algu­nos de los funcionarios de la justicia, de la policía y de los organismos de inteligencia que pasaron por el caso fue­ron acusados de cometer deli­tos y hay una sentencia que así los condena todavía esta recurrida pero lamentable­mente tenemos esa mancha. Sin embargo, más allá de todo eso, se pudo avanzar en el caso especialmente cuando en el 2004 se creó una unidad espe­cial de la Fiscalía que se llama la Unidad AMIA, cuyo fiscal más emblemático fue el doctor Alberto Nisman, quien falleció en enero del 2015 en circuns­tancias bastantes trágicas.

El caso siempre se estuvo investigando, se pudo deter­minar que fue un atentado terrorista, que fue realizado por un coche bomba manejado por una persona que se inmoló, quien falleció en el atentado. Se sabe también que ese aten­tado es adjudicado a un grupo de personas vinculadas a Hez­bolá, el brazo armado de Hez­bolá es para la Argentina el que realizó el atentado de la Emba­jada de Israel y también el de la AMIA. También se sabe que este grupo siempre trabajó bajo el amparo económico y las órdenes del régimen que gobierna la República Islámica de Irán, por eso es que desde hace más de diez años Argen­tina pidió la captura interna­cional de altos funcionarios del régimen iraní, para que den explicaciones porque hay sufi­cientes evidencias en el expe­diente nuestro que indicarían que Irán fue el que decidió hacer este atentado producto de la situación geopolítica de esa época y concretamente también producto de la situa­ción argentina que tenía con el régimen iraní.

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Fiscal Sebastián Basso.FOTO:TELAM

El caso más interesante tam­bién está en que se determinó en la Argentina después de un análisis minucioso de comu­nicaciones y otros elementos que hay un personaje que se llama Samuel Alreda, es una persona que parecería que es de origen libanés, pero que utilizaba un pasaporte falso colombiano y se radicó acá precisamente en la zona que se llama Triple Frontera (Foz de Yguazú, Ciudad del Este y Puerto Iguazú), esta per­sona está casada con una ciu­dadana argentina cuya her­mana era la secretaria privada del agregado cultural de la Embajada de Irán en la Argen­tina, el mismo está acusado de participar en el atentado porque esta persona, que se llama Moshen Rabbani, en la Argentina se determinó que durante muchos años montó un servicio de espionaje ile­gal para darle información al régimen iraní, entre esa infor­mación están los objetivos que después lamentablemente se transformaron en el atentado.

La investigación siempre estuvo en curso, pero en el último tiempo y especialmente en el año 2019 cuando también Estados Unidos pide la captura internacional de esta persona que se llama Samuel Alreda es que se empezó a buscar más evidencias y a recibir mucha más colaboración de la Repú­blica del Paraguay y también de la República del Brasil, en base a esa coordinación es que esta­mos en coordinación con la Fis­calía de Asuntos Internaciona­les de Paraguay y con la Fiscalía de Brasil y también con fisca­lías de Panamá y otras regio­nes coordinando medidas que permitan avanzar sobre toda esta organización y las perso­nas que permitieron que este personaje Samuel Alreda o Samuel Salman Raouf Salman, quien tenía distintas identida­des, pudiera desplazarse fácil­mente por esta zona sin ser detectado y precisamente uno de esos desplazamientos fue lo que permitió que en julio del 94 estuviera en Buenos Aires coordinando el atentado. La función que tenemos con la fiscalía es coordinar medidas porque las pruebas no están siempre en un país, entonces es importante la coordinación internacional.

–FG: ¿Las expectativas al respecto del trabajo que vie­nen haciendo en los últimos días en Ciudad del Este?

–SB: Las medidas son más bien de carácter reservado, por eso no voy a hablar en específico, pero sí son medidas muy con­cretas que apuntan a identifi­car a las personas que habrían colaborado con este personaje Alreda en su estancia en la zona de la Triple Frontera y Buenos Aires en la época del atentado a la AMIA.

–FG: ¿Cómo se da esta cola­boración que mencionaba al inicio con el Ministe­rio Público de Paraguay y Brasil al punto de ofrecer­les como nuevos indicios o nuevas líneas de hipótesis de investigación al respecto del atentado de la AMIA y cuál sería la influencia de la Tri­ple Frontera en este caso?

–SB: Nosotros sabemos, está determinado que el atentado se coordinó tanto en Buenos Aires como en la Triple Frontera, hay intercambio de teléfonos que ubican a uno de los personajes más importantes en la Triple Frontera cuando se realizó el atentado, entonces, es imposi­ble que Argentina con sus pro­pios medios y con las pruebas que hay en la Argentina pueda avanzar, necesitamos sí o sí de la colaboración de los otros países. Creo que los últimos años los ministerios públicos han hecho muchos trabajos de coordinación y de búsqueda de consensos comunes que permi­ten, no solo en este caso en sí mismo, sino en casos de crimen organizado, tener una visión mucho más global del asunto. En estos últimos tiempos la Fiscalía de Paraguay ha colabo­rado mucho, no solo aportando datos para que nosotros poda­mos recibir declaraciones, sino también activamente pidiendo medidas dentro de Paraguay a los jueces paraguayos que per­miten tener esa visión global; es decir, no puedo decir en estos momentos los resultados de todo esto porque esto se va a dar en el transcurso del tiempo, pero es esencial la colaboración de Paraguay, sin la colabora­ción de la República del Para­guay lo que estamos haciendo sería vano. Si no fuera por Para­guay esto no avanzaba.

–FG: Usted mencionó que el atentado a la AMIA fue pensado y financiado por el régimen iraní. ¿Qué otras nacionalidades podrían haber estado involucradas o colaborado?

–SB: El grupo Hezbolá es un grupo poliforme si se quiere, porque más allá de la lucha armada tienen otras activi­dades que les permiten tener otras operaciones, en el caso AMIA está probado que este grupo Hezbolá es de origen libanés y que la mayoría de sus integrantes son de ese ori­gen, favorecidos por la diáspora libanesa.

–FG: En el transcurso de todos estos años, uno diría, la causa AMIA lleva tanto tiempo siendo investigada con muchos avances y tam­bién tropiezos, incluso hay como una segunda parte de la causa planteada sobre la responsabilidad de otras autoridades que han dejado pasar demasiadas cosas. ¿Cree que tiene que ver con las diferentes miradas que se han dado los diferen­tes gobiernos respecto a la causa de Israel o sobre el Líbano?

SB: Todo el tema del terro­rismo y los conflictos geopo­líticos van a ser abordados desde diferentes miradas y la política siempre va a tener miradas distintas. La Fiscalía, el Ministerio Público, no tiene una mirada política del asunto, nosotros tenemos una mirada a la luz de la ley y de los Derechos Humanos y eso no cambia. Los muertos son muertos y el ase­sinato de personas es un delito que clama justicia universal y excede el marco de los tiempos y de la política y de los Estados. Por eso es importante asumir que esto no tiene que ver con la política.

FG: Indudablemente ese es el esfuerzo que hacen las fis­calías de cada país; ahora, es indudable que a medida que pasan los gobiernos hay diferentes posiciones y más afinidad de un lado o de otro y uno creería que eso complejiza el avance de las investigaciones. Pasa acá, en Argentina, en Brasil.

SB: Nosotros trabajamos en coordinación con los poderes ejecutivos de todos los países, son ellos quienes tienen a su cargo las fuerzas policiales, las autoridades migratorias, de todo lo que sea documen­tación y el tráfico comercial; entonces, en la medida que los gobiernos colaboren más con nosotros obviamente se facilita la tarea, cuando ellos no tienen como prioridad estos temas o consideran que no son de dere­chos fundamentales sí se nos entorpece, pero nosotros esta­mos para coordinar y cooperar y no para criticar a la política.

–FG: Mencionó un nom­bre en particular, Samuel Alreda, tal vez como el principal investigado o sin­dicado en el atentado a la AMIA. Esta persona ¿Aún está en la Triple Frontera?

–SB: Está con alerta roja de Interpol desde el año 2009, no tenemos información cer­tera donde se encuentra. Son personas que siempre logran tener identidades falsas en los distintos países donde circu­lan, entonces son muy difíci­les de atrapar. Por el momento, la información que estamos manejando lo ubicaría en Medio Oriente.

–FG: Un atentado de seme­jante envergadura debe­ría implicar un altísimo grado de logística. ¿En ese contexto de financia­ción también tiene rele­vancia la Triple Frontera y la investigación que están realizando?

–SB: Exacto. Igual, hay medi­das que son reservadas, no vamos a dar a conocer las medidas concretas, pero todo apunta a que para que estas personas hayan podido residir y circular por la zona de la Tri­ple Frontera, por Argentina y toda América Latina debieron tener soporte de personas que le permitieron disimular sus actividades en este continente y pasar desapercibidos para las autoridades, claramente.

–FG: ¿El volumen de recur­sos que se habría usado para el atentado vincula a la Triple Frontera sobre el presupuesto que se habría asignado?

–SB: Estamos hablando, lamentablemente de un aten­tado terrorista, donde lo más importante es la capacidad de las personas que realizan ese atentado no es tanto la capaci­dad económica aunque sí hubo gastos, y en ese sentido parte de la acusación que se le hace a la República de Irán tiene que ver con eso, con el financiamiento, pero el recurso más impor­tante son las personas que tie­nen que tener un alto profesio­nalismo en hacer maldades y esa profesionalidad está dada por la capacitación que hayan tenido a lo largo de su prepa­ración tanto en su lugar de ori­gen como en los distintos luga­res donde fueron pasando. Este Alreda pasó por Colombia, pasó por la Triple Frontera, estuvo en Buenos Aires y todavía sigue dando vueltas por el mundo como un alto mando de la rama armada internacional que nosotros le decimos Hezbolá.

–FG: Esta coordinación que usted mencionó se da entre fiscalías de Argen­tina y Paraguay, ¿pasa por su mejor momento?

–SB: Desde el punto de vista del caso AMIA las relaciones son más que óptimas. Hay que reconocer que la coordinación que se da entre los ministerios públicos de Latinoamérica, hay una organización de fiscales que ha logrado vincular a todas las fiscalías y el apoyo mutuo. Lamentablemente, en todo el mundo, pero más en Latinoa­mérica tenemos que investigar al poder, a la política, entonces muchas veces la política habla mal de nosotros y se manejan en distintos tiempos, la política es del minuto, del instante, de la noticia periodística. Los fisca­les somos más de largo tiempo, lamentablemente tenemos que guardar silencio frente a las palabras que puede decir la política o la sociedad en gene­ral porque nosotros tenemos que basarnos en la verdad que nos dan las pruebas, no en los comentarios o en las aprecia­ciones subjetivas.

–FG: ¿Usted creería que este modelo de integración entre ministerios públicos que mencionó, que en el caso AMIA es óptimo, podría replicarse en otras instan­cias o casos?

–SB: Ojalá, la integración siem­pre es mejor que el conflicto y la mirada sospechosa entre Esta­dos. La única manera en que la humanidad pueda avanzar es aceptándonos con nuestras diferencias y caminando jun­tos y buscando las ventanas de acuerdo más que las puertas de los conflictos. Este modelo se viene desarrollando de una manera muy silenciosa por­que no está muy mediatizado por parte de los fiscales básica­mente, las fiscalías de los dis­tintos Estados y eso ha per­mitido mucha colaboración y hoy por hoy el que crea que se salva solo, el país que crea que todo está en su territorio, que no depende de otro país y mira con desprecio está con­denado al fracaso. Es decir, la única manera que tenemos de caminar y seguir para adelante es cooperando entre nosotros.

–FG: Desde la Argentina ¿qué le faltaría a la causa AMIA?

–SB: A la causa AMIA le falta justicia. La sociedad argen­tina y las víctimas en particu­lar piden que se identifiquen personas que sean llevadas ante los jueces y que eventual­mente reciban una sanción si es que son considerados culpa­bles. Todos los esfuerzos están enderezados en buscar justi­cia, a buscar a estos responsa­bles, llevarlos ante los jueces y que respondan ante ellos con las evidencias que buscamos. Nosotros buscamos todas las evidencias posibles para que después estas personas, si son culpables, sean condenadas con una pena justa y adecuada en base al grave daño causado a la comunidad.

–FG: No se puede concluir esta entrevista sin recordar al fiscal Nisman, de hecho usted mismo lo mencionó en un inicio. Horas antes de presentar este informe al Congreso fue encon­trado muerto en su departa­mento, aparentemente fue asesinado. ¿Es muy pesada la mochila de reemplazarlo?

–SB: Obviamente la figura de Nisman es protagónica, que ha dado mucho de sí para la crea­ción de la Unidad AMIA y para el avance del caso. Es induda­ble que la actividad de Nisman logrando el pedido de captura internacional de altos funcio­narios del régimen iraní, pero también de este grupo armado vinculado a Hezbolá fue fun­damental. Negar la preponde­rancia de Alberto Nisman en el caso AMIA es negar la rea­lidad. La mochila ya es algo muy subjetivo y tendrá que ser evaluado por la comunidad, mi función es cumplir con el mandato que me dio el Estado argentino de hacer cumplir la ley y llevar el caso a lo máximo posible, es decir, conseguir la mayor cantidad de claridad para que la verdad sea más evi­dente, preservar la memoria del caso y de todo lo que pasó y también buscar justicia, en el sentido de buscar a los res­ponsables y tratar por todos los modos legales posibles de llevarlos a prisión y que cum­plan una pena proporcional y adecuada al daño ocasionado.

–FG: Queremos agradecerle la entrevista exclusiva para Nación Media y si quiere dejar un mensaje conclusivo este es el momento.

–SB: Quiero agradecerle a todo el Estado paraguayo, en espe­cial a la Fiscalía de Paraguay que nos ha dado la posibilidad de avanzar y hace medidas en territorio paraguayo, pero también agradecerles a uste­des la posibilidad de comuni­car un poco el caso AMIA, es un caso que duele todavía en América Latina y estamos ávi­dos de justicia; entonces que­remos que todos aquellos que quieran colaborar bienvenidos sean, que aporte información fidedigna y que hablen, no es bueno que gente que haya par­ticipado de un atentado terro­rista ande en libertad sin haber pagado por el daño ocasionado.

“Nosotros sabemos, está determinado que el atentado se coordinó tanto en Buenos Aires como en la Triple Frontera”.

“Sin la colaboración de la República del Paraguay lo que estamos haciendo sería vano. Si no fuera por Paraguay esto no avanzaba”.

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