En Brasil las máximas autoridades judiciales decidieron archivar y anular el proceso contra el ex presidente Horacio Cartes. Alegan que no existe crimen alguno atribuible. La operación Patrón no fue otra cosa que un burdo montaje. En el 2019 el Paraguay tenía como su ministro del Interior a Juan Ernesto Villamayor, mientras que su par en el Brasil era el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, quien justamente había encabezado la operación Lava Jato. Luego se supo que su actuación fue parcialista en esta causa al digitar y direccionar los pasos que daba la Fiscalía en las investigaciones. Despierta suspicacia también la cercanía entre el juez Marcelo Bretas y el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez. A través de su cuenta de Twitter, el magistrado brasileño en más de una ocasión valoró y ponderó al mandamás paraguayo.

  • Por Jorge Torres Romero y Cinthia Mora

El Ministerio Público del Brasil (MPB) en Río de Janeiro y el cuestionado juez Marcelo Da Costa Bretas protago­nizaron una sospechosa actuación en el marco de un proceso –ahora anulado y archivado por el máximo órgano judicial del vecino país– contra el ex presidente Horacio Cartes. La semana pasada, el Superior Tribunal de Justicia con sede en Brasi­lia rechazó el recurso espe­cial presentado por el Minis­terio Público brasileño, con lo cual declaró la nulidad del proceso abierto al ex manda­tario Horacio Cartes.

De acuerdo con los ante­cedentes, en el marco de la operación Patrón, una rama de la operación Lava Jato, la justicia del Bra­sil incluyó al ex presidente Horacio Cartes entre los supuestos implicados con el doleiro Darío Messer, quien fue detenido por la Policía Federal del Brasil en julio del 2019.

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Fue en ese entonces que se incautó su teléfono y con sus conversaciones se construyó una hipótesis. Es impor­tante resaltar que toda la investigación se basó prin­cipalmente en el contenido de los mensajes de la aplica­ción Whatsapp y las capturas de pantalla de conversacio­nes que se almacenaron en el teléfono de Messer.

El pasado 18 de octubre, por unanimidad de sus cinco miembros, el Superior Tribunal de Justicia del Brasil rechaza nuevamente el planteamiento de la fiscalía contra Horacio Cartes.

A partir de eso, la Policía Federal elevó un informe preliminar de lo hallado en el teléfono y solicitó la pri­sión preventiva para 17 per­sonas, y una indagatoria para el ex presidente Cartes, al encontrarse allí una carta que había enviado Messer, en la cual requería ayuda mone­taria para pagar los servicios de sus abogados que lo iban a representar ante la justicia.

A su vez el Ministerio Público del Brasil imputó a las 18 per­sonas señaladas en el docu­mento, sin realizar primero una indagatoria a Cartes, y remitió el expediente al juez brasileño Marcelo Bre­tas, quien dispuso la prisión de las mismas, entre ellas el ex mandatario Cartes, sobre quien llegó a emitir una orden de captura.

Un mes después, la Policía Federal del Brasil elevó su informe conclusivo, en el cual solo figuraban 17 personas, ya que excluyó a Horacio Cartes. El motivo fue porque no se hallaron elementos indiciarios que lo sindiquen como parte del esquema delictivo.

IGNORARON INFORME FINAL DE LA POLICÍA FEDERAL

Sin embargo, la Fiscalía y el Juzgado no hicieron caso a este informe final y se queda­ron con el primero. Además de no solicitar una rectificación a la Policía Federal, el Ministe­rio Público del Brasil tampoco pudo introducir elementos nuevos que demuestren indi­cios de que el ex mandatario paraguayo haya estado involu­crado en actividades ilícitas. En cambio, solo se dedicó a apelar en las distintas instancias en las cuales la defensa de Cartes recurrió y ganó en Brasil.

Fue así que en mayo del 2021 el Tribunal Regional Federal de Río de Janeiro, por unani­midad, decidió hacer lugar al habeas corpus de “Tranca­miento” a favor de Cartes, anu­lando todo el proceso y archi­vando la causa. Esta decisión fue recurrida por el Ministe­rio Público brasileño ante el Superior Tribunal de Justicia de Brasilia (STJ). Sin embargo, por decisión unipersonal del ministro relator de ese Tribu­nal, en agosto del año 2022 se rechazó de vuelta el recurso planteado por la Fiscalía.

No obstante, el Ministerio Público insistió en revocar el fallo favorable a Horacio Cartes, a través de un “agravo regimental”, en el cual solici­taba que sea el pleno del Tri­bunal quien decida sobre su planteamiento. Finalmente, el 18 de octubre de este año, por unanimidad de sus cinco miembros, el Superior Tri­bunal de Justicia del Brasil rechazó nuevamente el plan­teamiento del Ministerio Público del vecino país.

De esta manera, la justicia brasileña concluyó que no existió delito alguno vincu­lado al ex mandatario para­guayo, al considerar que el pedido de ayuda de los 500.000 dólares que hizo Messer no fue para traficar influencias o esconderse de la justicia, sino que lo con­trario, era para solventar sus gastos jurídicos, aten­diendo que sus recursos estaban bloqueados, y esto no se constituyó en un delito.

Uno se preguntaría por qué tanto los fiscales como el juz­gado en cuestión se empeci­naron en ir contra el ex presi­dente paraguayo pese a que no existían elementos suficientes para sospechar de la existencia de algún hecho irregular.

En ese sentido es importante recordar que en el 2019 el Para­guay tenía como su ministro del Interior a Juan Ernesto Villamayor, mientras que su par en el Brasil era el minis­tro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, quien justamente había encabezado la operación Lava Jato. Luego se supo que su actuación fue imparcial en esta causa al digi­tar y direccionar los pasos que daba la Fiscalía en las investi­gaciones.

Despierta suspicacia también la cercanía entre el juez Mar­celo Bretas y el presidente del Paraguay, Mario Abdo Bení­tez. A través de su cuenta de Twitter, el magistrado bra­sileño en más de una ocasión valoró y ponderó al mandamás paraguayo, dando retuits a sus publicaciones o comentando sus posteos con mensajes de ánimo.

SINTONÍA ENTRE ABDO Y BOLSONARO

Otra muestra de cercanía que no pasó desapercibida es la de Marito con su par de Bra­sil, Jair Bolsonaro. En julio del 2019, durante el lanza­miento de la licitación para construir el puente bioceánico que unirá las ciudades de Car­melo Peralta con Puerto Mur­tinho, el presidente Abdo Bení­tez inclusive destacó el trato amistoso que recibía de parte de Bolsonaro. “Me emociona cuando me llama Marito”, fue­ron sus palabras.

Este buen relacionamiento inicial entre las autoridades también se dio entre sus res­pectivas familias. Basta con recordar la curiosa reunión entre Eduardo Bolsonaro, diputado federal e hijo de Jair Bolsonaro, y uno de los hijas­tros del presidente Mario Abdo, el joven Félix Ugarte López Moreira. El encuentro, realizado en abril del 2019, fue capturado en una instan­tánea compartida por el pro­pio Eduardo Bolsonaro, en el que se lo ve junto al visitante paraguayo haciendo un gesto de una pistola con las manos.

La amistad “carnal” de Bolsonaro y Abdo Benítez tiene en realidad en su propia base un elemento pecuniario, de negocios. En efecto, el acta secreta de Itaipú, que estuvo a punto de tumbar a Abdo del poder vía juicio político, reveló la gran influencia de Bolsonaro sobre el actual mandatario.

El acta de la traición, como también se lo conoce, contemplaba cesión de energía a empresas brasileñas (ligadas a Bolsonaro) con precios altamente preferenciales para las mismas y ostensiblemente perjudiciales para el Paraguay.

Otro botón de muestra de la incidencia del presidente brasileño sobre el titular del Ejecutivo paraguayo, es la imposición de hecho que hizo Brasil de su postura referente a la fijación de precios de la energía de Pumita, al margen del ropaje de “concordancia” que se dio al tema.

En círculos políticos de nuestro país, es secreto a voces que desde el gobierno paraguayo, esas muestras de “fidelidad” de Abdo con su par brasileño cobró en el caso Messer sus monedas de cambio. Esto es, a través de gestiones de bolsonaristas ante el Ministerio Público brasileño, para intentar implicar a HC en el expediente en cuestión. Un intento que fue abortado por el Superior de Justicia del Brasil, que determinó que Cartes no cometió delito alguno en dicho asunto, y que en consecuencia se declara caso cerrado.

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