La administración de Abdo montó un esquema para enriquecerse a costa de dudosas licitaciones y sobrefacturaciones.

Los escandalosos hechos de corrupción que se destaparon en el gobierno de Mario Abdo Benítez durante la pande­mia por el covid-19 dejaron al descubierto la ineficiencia de las instituciones del Estado, además de la inescrupu­losa complicidad de todo un esquema montado para enri­quecerse a costa de dudosas licitaciones y sobrefactura­ciones sin empacho, sin dejar de mencionar un pobre sis­tema de salud que sobrevivió mediante donaciones y ayu­das humanitarias.

Uno de los primeros hechos involucró al ex titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) Édgar Melgarejo, quien, pese a la emergencia sanita­ria, mediante la institución adquirió 4.000 unidades de tapabocas a un precio sobre­facturado de 29.900 guara­níes, cuando el precio real, que se supo después, era de 15.000 guaraníes.

Esta situación obligó a Mel­garejo a renunciar al cargo. Los fiscales Sussy Riquelme y Juan Ledesma elaboraron la acusación concluyendo que se trató de un esquema delictivo y diseñado a través del uso de figuras legales con el fin de desviar fondos públicos y, de esa forma, encubrir la parti­cipación de los beneficiarios reales de las ganancias obte­nidas ilícitamente.

La acusación también refiere que las ofertas fueron reali­zadas y adquiridas a un precio superior al valor del mercado y las mismas, al momento de la adquisición, estaban venci­das. Édgar Melgarejo y otras seis personas fueron imputa­das por lesión de confianza. Melgarejo es un fiel simpa­tizante de Abdo Benítez. Su causa aún sigue trabada en la Justicia debido a múltiples chicanas.

Otro de los casos sonados fue la polémica pasarela de ñandutí, también conocida como “pasarela de oro”, que conecta el parque Ñu Guasu con el Comité Olímpico.

Esta obra provocó una tre­menda indignación en la ciu­dadanía cuando se supo que el valor de la misma fue de 2 millones de dólares, según el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), cuyo ministro en ese enton­ces era el actual precandidato a la Presidencia por Fuerza Republicana, Arnoldo Wiens.

Cabe recordar que ingenie­ros del sector privado sostu­vieron en su momento que el valor real de esa obra no debió haber sobrepasado los 500.000 dólares.

La pasarela fue uno de los silencios más evidentes del gobierno oficialista. Por esta obra, la empresa Enginee­ring, la superproveedora del Estado, recibió el 72% de los 2 millones de dólares que costó dicha obra.

Otro caso que tomó estado público fue la fallida com­pra de insumos chinos por parte de la cartera sanita­ria que involucró a la firma Imedic SA, perteneciente a Justo Ferreira y a su hija Patricia Ferreira, acusados de producción de documen­tos no auténticos. El fiscal Osmar Legal imputó a los accionistas de la firma Ime­dic SA por contrabando, producción de documen­tos no auténticos y asocia­ción criminal.

Al respecto, el proceso judi­cial sigue pendiente y se prevé recién la realización de un juicio oral en febrero del 2023. El clan familiar se encuentra fuertemente ligado a los hermanos parla­mentarios Lilian y Arnaldo Samaniego, también refe­rentes del abdismo.

Al clan Ferreira se le sumó el despachante de Aduanas Néstor Ramírez, todos acu­sados por producción y uso de documentos no auténti­cos, asociación criminal y comercialización de medi­camentos no autorizados por la falsificación de fac­turas de la firma Eurofarma, que posibilitó el ingreso de medicamentos oncológi­cos de dudosa procedencia a nuestro país.

De acuerdo a un informe emitido por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, a un año de la peor etapa de la pandemia, la cifra total de muertos asciende a 19.595.

La administración del jefe de Estado y aspirante a la titula­ridad de la Asociación Nacio­nal Republicana (ANR), Mario Abdo Benítez, es cata­logada como un gobierno cri­minal marcado por diver­sos hechos de corrupción e inoperancia en el marco de una catástrofe global sanita­ria que continúa generando dolor en varias familias que siguen llorando a sus seres queridos.

La inoperancia en la rápida adquisición de las vacunas contra el covid-19 fue otro de los principales motivos de la alta cifra de fallecidos, de los cuales se estima que unas 10.000 muertes se pudieron haber evitado si el Gobierno hubiera tomado su gestión en serio, según expresiones de referentes de Salud Pública. Paraguay logró iniciar las primeras inmunizaciones solo gracias a las donaciones internacionales.

Abdo Benítez es el presidente que más modificaciones hizo en su gabinete por situacio­nes irregulares debido a una interminable lista de minis­tros y titulares de institu­ciones públicas que fueron salpicados por hechos de corrupción y que renuncia­ron a sus cargos por la presión ciudadana.

La “pasarela de oro” provocó una tremenda indignación en la ciudadanía cuando se supo que el valor de la misma fue de 2 millones de dólares, según MOPC.

La Dinac adquirió 4.000 unidades de tapabocas a un precio sobrefacturado de 29.900 guaraníes, cuando el precio real, que se supo después, era de 15.000 guaraníes.