Un enfrentamiento entre campesinos en la zona de Marina Cué, departamento de Canindeyú, dejó como resultado dos muertos y otras personas heridas, que posteriormente fueron derivadas al Hospital Distrital de Curuguaty en la tarde de ayer. Las víctimas fatales serían Demesio Rojas y Osmar Benítez, según el Ministerio Público.
Informaciones cotejadas señalan que el enfrentamiento se produjo entre dos grupos antagónicos, que habitualmente están en disputa por ocupar esta finca. El hecho fatal se produjo luego de una balacera ocasionada en medio del altercado.
En contacto con el programa “Pase lo que pase” de Universo 970/Nación Media, el fiscal interviniente del caso, Lucrecio Cabrera, informó que uno de los involucrados en la disputa se encuentra herido de gravedad y actualmente está intubado en Urgencias.
“Hay dos grupos allí en Marina Cué que constantemente están en conflicto. Aún no hay una información oficial, pero los datos que se manejan es que un sector, liderado por los hermanos Castro, no quiere que ninguna persona que no resida en Marina Cué se apropie de las tierras. Aparentemente, unos individuos que no viven allí estaban ocupando el territorio, por lo cual se produjo el enfrentamiento”, explicó el agente del Ministerio Público.
El fiscal interviniente también adelantó que se logró detener a uno de los líderes campesinos que desarrolló el altercado y fue quien, probablemente, inició el disparo. El agente del Ministerio Público también contó que uno de los hermanos Castro sería otro responsable de los disparos ocasionados; el arma utilizada sería una escopeta calibre 12. El agente del Ministerio Público contó que el territorio de Marina Cué es un lugar inmenso en el cual viven diversos grupos campesinos, ya sea para asentarse en el lugar, usarlo como predio para cultivos, entre otras cuestiones. Por ello también se desatarían constantes altercados.
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A una década de la masacre
Este año se cumplió una década de la masacre de Curuguaty, donde perdieron la vida 17 personas, tragedia que finalmente tumbó al gobierno de Fernando Lugo en junio del 2012, tras un juicio político en el que fue destituido.
El asentamiento está conformado aproximadamente por 150 familias, en su gran mayoría víctimas de aquella masacre, que principalmente se dedican a la agricultura. Luego de años de la tragedia, el Gobierno nunca dio una solución a la problemática de las tierras en el lugar, a pesar de que el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, se había comprometido con los campesinos de Marina Cué a saldar esa deuda histórica.