“Existen esquemas bien estructurados que operan al amparo del propio Ministerio Público que, pese a tener evidencias congeló el caso y a cambio de ello el fiscal general adjunto y el superintendente fiscal Hugo Velázquez y Juan Carlos Duarte, respectivamente, estarían percibiendo millonarias sumas”, refiere literalmente parte de una publicación del diario Abc Color de fecha 3 de diciembre del año 2004 titulada: “Dinero de negocios ilegales se lava en casas de cambio clandestinas”.
En el artículo se apunta directamente al ex fiscal adjunto del Alto Paraná, hoy vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, como uno de los protectores de los cerebros del blanqueo de dinero proveniente de actividades ilícitas en la Triple Frontera.
Otro de los cuestionados fiscales que estuvieron en el Alto Paraná es Juan Carlos “Charly” Duarte, dupla de Velázquez, actualmente asesor jurídico en la Binacional Yacyretá.
Uno de los más conocidos dentro del esquema de blanqueo de dinero es Kassem Mohamed Hijazi, quien tuvo 20 años de impunidad atribuida a maniobras fiscales que ajustaron carátulas a evasión impositiva en vez de lavado, cayó preso en el procedimiento que encabezó en agosto del año pasado el fiscal Marcelo Pecci, ultimado la semana pasada en Colombia.
Hijazi, por otro lado, es considerado como pieza clave en el esquema de lavado de dinero y es uno de los ejes de investigación internacional sobre el asesinato de Pecci.
Los últimos informes de Cancillería salpican fuertemente al vicepresidente. Se señala que, a Kassem Mohamad Hijazi, la Justicia paraguaya lo blanqueó en el 2008 tras una serie de negligencias fiscales que caratularon la causa como evasión impositiva, no de lavado de dinero.
La actuación de Hugo Velázquez fue muy cuestionada debido a selecciones de dictámenes periciales que terminaron favoreciendo al investigado. El ciudadano de nacionalidad brasileña y de origen libanés carga con varios encubrimientos de blanqueo y el depósito de US$ 1.600.000 en 2018 y el 2020 en una veintena de bancos.