El equipo conformado por autoridades de Colombia y Paraguay sumó la participación de Estados Unidos, a través del FBI (Agencia Federal de Investigaciones) y DEA (Administración de Control de Drogas), que en el intercambio de informaciones se encuentran considerando varias hipótesis en relación con el asesinato del fiscal Marcelo Pecci.
El diario El Tiempo publicó que ambas agencias estadounidenses aportan pistas obtenidas desde cárceles de Estados Unidos que se encuadran con la teoría de que el asesinato fue ordenado por un grupo terrorista internacional.
En agosto del 2021, Pecci había encabezado la detención en Alto Paraná de Kassem Mohamad Hijazi, brasileño de origen libanés implicado en la financiación del terrorismo de Hezbolá a través de una red de lavado y corrupción que operaba en la Triple Frontera con “capacidad de blanquear cientos de millones de dólares” para el narcotráfico.
Una hipótesis es que los sicarios fueron contratados por un grupo de narcotraficantes. Al respecto, autoridades de Paraguay creen que la orden para matarlo fue dada por organizaciones afectadas por procesos derivados del operativo A Ultranza Py, que seguía una conexión colombiana del ex diputado Juan Carlos Ozorio, actualmente preso, y del pastor prófugo José Insfrán.