El ministro de Relaciones Exteriores, Julio Arriola, garantizó que su gestión se basará en la institucionalidad y la transparencia para evaluar los constantes pedidos de nombramiento para los cargos en el servicio exterior, como las embajadas, los consulados y las representaciones permanentes, en plena época electoral. Numerosos espacios ya fueron ocupados por políticos dentro de la institución bajo padrinazgos.
“Yo soy un diplomático de carrera, que no tiene una agenda más que servir a la República del Paraguay y estar al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores, yo cuento con mi hoja de ruta que es la política exterior, los intereses de nuestro país y las relaciones con nuestros vecinos”, sostuvo.
Añadió que espera “se tenga la confianza de que vamos a obrar de manera institucional”. “Yo serviré a la patria de manera leal con todos los conocimientos y experiencias, trabajaré con todo el ministerio de manera transparente, voy a obrar de esa manera, responsablemente, no se preocupen”, remarcó.
Las declaraciones del funcionario de Estado surgieron ante la consulta sobre si la politiquería terminará por devorar nuevamente a una institución que debe apuntar al profesionalismo, teniendo en cuenta la época electoral con miras a las elecciones internas partidarias y las generales del 2023, ocasión en que no se puede descartar la posibilidad de presiones y peticiones para la designación de los denominados operadores políticos.
Días atrás, el ex viceministro de Relaciones Exteriores, Luis Morínigo, había denunciado que en la Cancillería existen clanes familiares que están colocando trabas con el fin de evitar el ingreso de personas a la carrera diplomática y que los mismos se encargan de los cupos políticos.
“Esto es un problema de vieja data, viene de décadas, existe una casta aristocrática en la Cancillería que siempre manejó los cupos. Ellos han creado una coraza para que el común de la gente no pueda ingresar a la Cancillería en el escalafón diplomático”, concluyó.