Con una vasta experiencia profesional, ¿Qué representó para usted, como mujer, tomar la decisión de pugnar por llegar al Senado a través del Partido Colorado?
- Me afilié al Partido Colorado en el 2017 por convicción. Cuando lo hice ya era doctora en economía, profesional, casada, madre de dos hijos, no fue una decisión inmadura. Mi padre y mi madre están afiliados desde los 70, aunque siempre tuvieron una mirada crítica hacia nuestros procesos políticos. Ellos me enseñaron a ser crítica y a tomar decisiones de manera independiente. Yo soy colorada por elección.
La ANR, al igual que el Partido Liberal, se funda en el contexto de la posguerra, en un país en ruinas que necesitaba levantarse, recuperar su autoestima, reconstruirse e integrarse al mundo. Desde su fundación, el Partido Colorado supo entender el sentimiento de los paraguayos, nuestra idiosincrasia, nuestra forma de expresarnos a través del español y el guaraní, nuestro amor incondicional al Paraguay.
Hoy es un partido amplio que refleja la diversidad y libertad de pensamiento que caracteriza a una democracia participativa y pluralista. Su tejido social une a todas las clases sociales, sin distinción. Es un partido que llega a la gente con su trabajo casa por casa. Su propuesta política se enfoca en la reconstrucción del país y la solidaridad entre paraguayos. Ya en los años 20, intelectuales colorados, como el Dr. Ignacio A. Pane, Telémaco Silvera y otros, defendían la posición de igualdad de la mujer como pilar del republicanismo. Ellos hablaban de que la carga de responsabilidad, tanto cultural como laboral, recae igualmente en el varón y la mujer.
Los colorados tienen que estar orgullosos de que esta asociación política supo interpretar los signos de los tiempos y supo dar respuestas a las necesidades de la gente. Es cierto que estas respuestas no han sido aún suficientes, aún falta mucho por hacer y como en todo, se tuvieron aciertos y desaciertos. Hoy es necesario seguir avanzando en los procesos de maduración y de depuración, que son realmente procesos naturales, orgánicos y constantes.
La coyuntura política actual nos permite incorporar nueva gente a la política, transformar el discurso político de la agresión y división a la discusión de propuestas y seguir avanzando hacia la consolidación de una gobernanza basada en la rendición de cuentas sobre resultados y evidencias. Ojalá se entienda así en todos los partidos por el bien de nuestro querido país.
- Gran parte del electorado hoy se fija más en las propuestas, en los proyectos y deja un poco de lado a quienes hacen aquel tipo de política que conocemos desde hace tiempo. ¿De qué manera afronta esto el movimiento que la postula?
- El Partido Colorado es amplio y diverso. Desde el movimiento Honor Colorado, con Santiago Peña como presidente de la República, lo que se plantea es una propuesta de cambio de modelo de gestión. Retomar la senda que se emprendió en el 2013 al 2018, seguir fortaleciendo el modelo que estrenó el presidente Cartes durante su mandato y, a través del cual, demostró que sí se puede avanzar en Paraguay. Este modelo demuestra que, a pesar de los choques externos que sufrimos regularmente, con una buena gestión y poniendo a profesionales preparados, con vocación de servicio y con experiencia al frente de los ministerios y entidades del Estado, se pueden lograr resultados muy positivos para el bien común. Hay demasiada gente capaz en nuestro país, hay que dar espacio a esas personas para que puedan aportar con su trayectoria, experiencia, conocimiento. Necesitamos salir de una vez del “cuoteo” prebendario y de rapiña o de repartija del Estado a ciertos sectores para apaciguarlos o mantenerlos contentos.
Proponemos seguir fortaleciendo el modelo de servicio al ciudadano, donde el Estado entiende que existe para satisfacer las necesidades básicas que permiten el funcionamiento y el florecimiento de los ciudadanos, del sector privado y del país. La educación de calidad, la salud de calidad, la seguridad, garantizar la igualdad ante la ley, igualar la cancha y dotar a la gente de herramientas básicas que les permita alcanzar su máximo potencial, contribuir al desarrollo del país, acceder a los puestos de trabajo a los que aspiran, a promover la competencia y la innovación desde el sector privado y desde el sector público, y a proyectar a nuestro país hacia afuera y hacia adentro. Estos temas no esperan. No podemos darnos el lujo de improvisar.
El equipo de mujeres de Honor Colorado que se sumó a la oferta política es bien diverso, mujeres con diferentes trayectorias, experiencias, vivencias y eso es tremendamente enriquecedor. Analizar el abordaje de nuestros desafíos desde diferentes perspectivas es demasiado importante para proponer soluciones efectivas a los desafíos que enfrentan los paraguayos.
Este modelo demuestra que, a pesar de los choques externos que sufrimos regularmente, con una buena gestión y poniendo a profesionales preparados, con vocación de servicio y con experiencia al frente de los ministerios y entidades del Estado, se pueden lograr resultados muy positivos para el bien común.
PERFIL
LEA GIMÉNEZ
Fue la 121ª ministra de Hacienda de Paraguay y la primera mujer en ocupar el puesto en la historia del país.
Doctora en economía por la Universidad de Lehigh (Pensilvania, EEUU), máster en economía por la Universidad de Iowa (Iowa, EEUU) y licenciada en economía por la Universidad Estatal de Emporia (Kansas, EEUU), entre otras varias distinciones recibidas, forma parte de las precandidatas de la Asociación Nacional Republicana para el Senado de la Nación, postulándose por el movimiento Honor Colorado.