El diputado Raúl Latorre exteriorizó su preocupación por la proliferación de las denominadas universidades de garaje que operan sin habilitación y acreditación correspondientes y representan un peligro para la sociedad al formar profesionales para el área de medicina.
El legislador presentó sendos pedidos de informe dirigidos al Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) y a la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes). El proyecto de resolución fue aprobado en plenaria de Diputados durante su primera sesión ordinaria del año el miércoles último.
“Esta preocupante situación responde a una cuestión que tiene que ver con la educación médica. Veíamos cómo el gremio médico, a través del Círculo Paraguayo de Médicos, expresaba su preocupación por la baja calidad de la educación médica, las proliferantes universidades de garaje, cada una con su facultad de medicina, sin ningún tipo de control en su calidad”, dijo durante su intervención ante el pleno.
Afirmó que estas universidades no demuestran ningún interés sobre el producto de sus egresados, por lo que estos salen sin las competencias básicas a ejercer la delicada profesión “y de cuyas manos y pericia” va a depender la vida de los pacientes.
“Hoy por hoy, egresados sin acreditaciones, sin la acreditación de la Aneaes, que plantea un régimen de calidad para ese egresado médico, están ocupando los campos de práctica, están tocando pacientes, están haciendo recorridas”, alertó el diputado que también es médico.
“Con el sano espíritu de elevar la calidad de la educación médica, estamos solicitando estos informes al Cones y Aneaes para conocer la situación de la habilitación y la acreditación de dichas carreras de medicina respectivamente”, puntualizó, al mencionar que el objetivo apunta a garantizar una atención con calidad y con calidez a todos los paraguayos.
En contacto con La Nación, Latorre explicó que algunas instituciones están habilitadas, pero no acreditadas. La acreditación se refiere a la certificación para la calidad educativa por parte de la Aneaes.
“El problema otra vez es que muchas de estas facultades, cuyas carreras no están acreditadas, sus egresados pasan por los campos de práctica y sin estar supervisados tocan pacientes, están en los hospitales. Y eso también plantea un riesgo para el paciente”, ratificó.