El año pasado, toda la ciudadanía se indignaba al ver al ex ministro del Interior y ex jefe de Gabinete Civil de la Presidencia Juan Ernesto Villamayor caminando por las calles de Miami, Florida, Estados Unidos, mientras la pandemia azotaba a nuestro país.
Sin embargo, el abdista jamás imaginó que se trataba de sus últimas vacaciones en la nación norteamericana. Ayer, lo que surgió como un rumor, terminó por confirmarse y fue el propio Villamayor quien admitió todo.
“Recibí una nota de parte de la unidad consular, en la que se me comunica que se alteraron las condiciones por información que recibieron, pero no me dicen el motivo (la Embajada de Estados Unidos). Son cuestiones soberanas internas”, indicó Villamayor.
En un intento de encontrar una razón para el cambio, el abdista dijo que para él existe “una especulación política detrás”, y agregó que en dos o tres meses (finales de abril o principios de mayo) será recibido por el consulado norteamericano para conversar sobre lo que aconteció. Mientras, no podrá viajar a Estados Unidos.
A modo de acallar las versiones de que la cancelación es de por vida, acotó que si era así, no le habrían recomendado la audiencia con el cónsul.
OSCUROS ANTECEDENTES
El 14 de febrero del año pasado, Villamayor vivió una de las peores noches de su vida cuando fue escrachado en un restaurante de Asunción y se tomó a golpes con un comensal, para finalmente ser invitado a abandonar el local gastronómico.
Este hecho se produjo luego de que saliera a la luz un intento de negociación de la deuda paraguaya con la petrolera venezolana PDVSA, en el que Villamayor habría estado involucrado y tuvo repercusiones internacionales, por estar involucrados también representantes del gobierno de Juan Guaidó.
Asimismo, el abdista es mencionado en innumerables casos sospechosos de corrupción.
Estos casos, sumados a otros, habrían llevado a las autoridades estadounidenses a ordenar la supresión de su visa.