El presidente Mario Abdo definió ayer de manera poco esperanzador el horizonte de la abierta actividad del crimen organizado a nivel país y el impacto que dicha actividad tendrá en la ciudadanía inocente: “Va a seguir”. Y si hay críticas a la institución que debería enfrentar la situación, el Ministerio del Interior –a cargo de Arnaldo Giuzzio–, las mismas son “políticas”, no relacionadas a los hechos concretos.
Las consideraciones partieron de consultas periodísticas acerca del atentado perpetrado el fin de semana en el festival Ja’umina, en San Bernardino, cuando uno o más sicarios asesinaron a la modelo e influencer Cristina “Vita” Aranda y a Marcos Rojas Mora, este último, aparente blanco del ataque, liquidado de ocho balazos.
“Yo no voy a negar, esto va a seguir, seguramente se van a volver a cobrar facturas y lo que nosotros tenemos que hacer es el mayor de nuestro esfuerzo para proteger a la sociedad civil”, apuntó el mandatario.
Cuando se le insistió sobre el pobre desempeño de Giuzzio, Abdo respondió: “Es una cuestión política, no hay que polemizar esta lucha”, aunque poco antes afirmaba que los ministros de su gabinete están en constante evaluación.
“La lucha contra el crimen organizado va a ser permanente y constante. Van a haber días de luto como fue el 30 de enero a la noche y van a haber días de éxito para las fuerzas de seguridad”, agregó.
CORRUPCIÓN
En otro momento, calificó de “atípica” la presencia y la acción de sicarios en un evento de gran envergadura y durante la presencia de civiles de manera masiva. “Se está investigando”, dijo. “Obviamente vimos devuelta la corrupción de la Policía al no inscribir la solicitud de detención de este criminal”, amplió.
Finalmente, admitió que el crimen organizado “permea todas las instituciones, desde el Gobierno, el Parlamento, la Policía Nacional y otros estamentos de nuestra sociedad”. “No podemos negar, y la lucha tiene que ser implacable, tiene que obligarnos a unirnos todos, Ejecutivo, Parlamento, la sociedad en general”, subrayó.