Itaipú y Yacyretá son los puntales para el Paraguay en materia energética, pero la pregunta es cuánto tiempo las mismas llenarán las necesidades del creciente mercado.
Al respecto, el ingeniero Ángel María Recalde, ex director paraguayo de la EBY, dijo que “en este tema se deben analizar dos puntos, la potencia disponible y, por otro lado, la energía que produce esa potencia. Hay estudios realizados que coinciden en que en torno al 2029, 2030, 2031, hoy con este retraso económico que se tiene con la pandemia, estaríamos utilizando absolutamente toda nuestra potencia en las tres centrales hidroeléctricas con que cuenta el Paraguay, una propia, que es el Acaray, y las otras en sociedad con los países vecinos, Argentina y Brasil”, expresó Recalde al programa “Fuego cruzado”, emitido por el canal GEN.
En ese sentido, Recalde puntualizó que la energía se seguirá teniendo hasta el año 2035 aproximadamente, es decir al Paraguay no le faltará dicho recurso, sino que carecerá de potencia.
“Llegar a atender la demanda en un determinado momento a partir del 2030, si no se realizan obras que signifiquen aumento de la generación de electricidad, vamos a comenzar a tener problemas para atender esa demanda”, mencionó.
Por otra parte, comentó que siempre se realiza el planteamiento de que en el país sobra energía y que se vive convencido de que tenemos el recurso para mucho tiempo.
“Eso no es tanto así. En unos años más tendremos un déficit de potencia, todo esto implica que hoy se debe estar realizando algo para que dentro de 10 años el país no esté pasando por esto. No hay fuente de generación que pueda ser creada de forma instantánea. Acá nos tenemos que preocupar un poco por el futuro, esa es una característica del Paraguay que nos preocupamos mucho más por lo de ayer que tal vez por lo de hoy, pero nunca nos preocupamos por el mañana”, dijo.
El hecho de que las dos grandes hidroeléctricas ya no puedan abastecer solas al mercado paraguayo determina que el país busque nuevas fuentes de energía, desde la solar, pasando por el uso de la fuerza del viento e incluso la nuclear. Los expertos enfatizan que hay que pensar ya ahora y empezar a estructurar la manera de aplicarlas.