“Este proto­colo del que se habla solo for­talecerá al mercado ilícito y propicia la creación de fábri­cas clandestinas. Este proyecto busca meterse en la logística de las empresas lícitas, no de las ilícitas. Al parecer quieren matar todas las exportacio­nes. Cuando más exigencias le ponés al sector lícito del tabaco, cuando ponés más impuestos confiscatorios, se fortalece lo ilícito, las fábricas clandesti­nas se ponen felices”, advirtió el empresario José Ortiz, titu­lar de Tabacalera del Este SA.

Sus palabras se dieron durante una entrevista con comuni­cadores de la 1080 AM, oca­sión en la que el también pre­sidente de la Unión Tabacalera del Paraguay abordó las con­secuencias que tendría para el sector legal de la industria del tabaco si entrara a regir el “Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de produc­tos de tabaco”, enviado por el Poder Ejecutivo y cuyo estudio fue prorrogado por 15 días por la Cámara Alta.

Recordó, asimismo, que en Paraguay siempre se habla del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), pero que en realidad el tabaco paga muchos impues­tos más, no solo ese. Y añadió que si el Gobierno baja algunos tributos, esa sería la mejor deci­sión para luchar contra lo ilícito.

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También observó Ortiz que el problema de la industria ilícita del tabaco es característico del Brasil, sobre todo debido a los altos impuestos vigentes en el gigante vecino de habla portu­guesa. “Allí cada semana cae una fábrica clandestina”, aseveró.

Afirmó, además, que si se considera el caso de dejar de pro­ducir cigarrillos en Paraguay, el Brasil igualmente tendría un mercado ilegal.

“Es tan confiscatorio el impuesto en Brasil que aun con el cambio sigue siendo negocio para ellos llevar ciga­rrillos de cualquier parte del mundo. Si bajan sus impues­tos, puede variar nuestro mer­cado porque capaz ya no com­pren aquí, pero dependerá de nuestra habilidad para crecer en exportaciones”, agregó.

Y resaltó que Paraguay es com­petitivo, con 45% de tributos para el sector y en Brasil ronda el 65%. “Si tuviera impuestos razonables, yo estaría encan­tado de instalarme allí con una industria”, finalizó.

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