El ingeniero Fabián Cáceres, ex gerente técnico de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), analizó las gestiones encaradas por el Gobierno paraguayo ante el Brasil sobre la renegociación del Tratado de Itaipú. Cuestionó la falta de respuesta del presidente brasileño Jair Bolsonaro ante el planteamiento de mantener la tarifa energética yconsideró incluso peligroso para la estabilidad política del país. “Creo que Brasil va a hacer uso de su derecho de la interpretación del Anexo C del Tratado que le va a permitir bajar la tarifa porque ese es uno de los principales objetivos de este gobierno brasileño”, dijo a Unicanal.
Recordó que en el 2019, cuando se habló sobre el acta bilateral, el tema principal era la tarifa. “Querían que Paraguay contrate mayor energía garantizada para que sobre el excedente, en el promedio, obtengan una menor tarifa porque eso era una promesa que Bolsonaro había hecho para la Federación de Industrias de San Pablo, que es la principal beneficiaria de esta energía”, afirmó.
Dijo que del acta se tuvo conocimiento el 24 de julio y 4 días después –por la reacción ciudadana y la renuncia del entonces titular de la Ande, Pedro Ferreira– Paraguay pidió anular el documento. Luego, el Gobierno local conformó equipos negociadores. Uno integrado por los “notables” que estuvo a cargo de la Cancillería que invitó a 40 personas, pero solo 28 aceptaron y entregaron un informe no vinculante en junio del 2021. Otro equipo negociador se conformó a final de ese año y hasta ahora tampoco definió ninguna línea de acción.
Explicó que el 25 de julio, el canciller paraguayo dio unas declaraciones, señalando que la “revisión del Anexo C ya quedaba para el próximo gobierno y que este gobierno se iba a limitar a preparar la documentación para que el próximo gobierno se encargue de la revisión.
Con eso prácticamente ya le dimos el arco en blanco a Brasil para que defina su posición para lo que correspondía la tarifa del 2022″, añadió. Afirmó que la tarifa del 2022 tenía que haber sido definida en la reunión del consejo de Itaipú, el pasado 29 de octubre. Pero unos días antes hubo una reacción de un grupo político; además, no había un acuerdo entre los técnicos, por lo que tampoco se avanzó en el tema.