En la última sesión del Senado ya quedó bien claro cómo será la votación a la hora de tratar el acuerdo constitucional solicitado por el Ejecutivo para la designación de Enrique Riera como embajador ante la OEA. Muchos no se explican cómo fue que el presidente Mario Abdo persistió en su decisión de elegirlo a pesar de la fuerte resistencia de su bloque.
La postura de Riera en contra de las invasiones de tierras y a favor de aumentar las penas a los cabecillas, además de pedidos de pérdida de investidura del abdista Rodolfo Friedmann y el luguista Sixto Pereira, puso de punta a ambos sectores en su contra.
Observadores dicen que el ex intendente de Asunción, ex ministro del MEC y ex presidente del Consejo de la Magistratura tiene la habilidad de poner a los demás en su contra, lo que quedó demostrado el jueves pasado cuando el voto en contra de abdistas y abstención de luguistas evitó que obtenga los 23 votos necesarios para que su designación fuera tratada en la sesión de esta semana. Solo votaron a su favor los cartistas y las bancadas de Patria Querida y Hagamos, que le dieron la mayoría (17), pero no la necesaria para que el pedido corriera.