La comunicación entre el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, y el comandante de la Policía, comisario Luis Arias, no pasa por un buen momento.
Esto se deduce después de que el jefe policial, en una de sus respuestas a periodistas sobre índice de criminalidad, dijo que esperaban más apoyo del Ministerio del Interior, una expresión que se tomó como reclamo solapado al ente que, en teoría, se encarga de dotar todo lo necesario al sistema de seguridad del Estado.
Consultado al respecto, Giuzzio manifestó ignorar a qué se refería el comisario Arias cuando pedía más apoyo de la cartera de Estado que preside. “No sé a que se refiere cuando dice que necesita más apoyo, cuando hable con él (comandante Arias) voy a preguntarle”, fue la respuesta que ensayó Giuzzio al ser requerido sobre el asunto.
Las discrepancias entre ambos encargados máximos de la seguridad no son nuevas. Días atrás Giuzzio manifestó que “tradicionalmente” las cifras de inseguridad crecen cada fin de año, y que se espera que en lo que queda de este año se incrementen los atracos y otros delitos.
En su contrapunto, el comandante Arias manifestó que la Policía despliega y desplegará hombres y estrategias para contener la ola de criminalidad. Y que se espera que el índice creciente de inseguridad será contenido, una posición discrepante con el ministro Giuzzio.
Pero las informaciones que ignora el ministro del Interior no quedan ahí. Ayer respondió que “no existe una industria del secuestro en el país”, tal como lo dijo la fiscala Sandra Quiñónez. Esta expresó que en el Norte, estancieros y productores pagan habitualmente “impuesto revolucionario” al EPP y otros grupos terroristas.