Desde el 8 de setiembre pasado el presidente Mario Abdo tiene en su despacho la “renuncia en blanco” del ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio.
Entonces este mismo lo había confirmado, cuando por “enésima vez”, el pico de ola de asaltos callejeros, a comercios, hogares y episodios de sicariatos en Asunción y Central llegó a poner en jaque su continuidad al frente de la cartera de Estado.
“Si no hay resultados, vamos a dar también un paso al costado. La exigencia es generar resultados para todos y nosotros a todas aquellas dependencias”, dijo en aquel momento el ministro Giuzzio, enfatizando que el plazo que el mismo se dio era de 60 días, tiempo que a la fecha ya sobrepasó por más de una semana.
Mientras tanto, la inseguridad que sigue imperando recibió al fin de la semana pasado un refuerzo de que seguirá y empeorará, al decir del propio Giuzzio. Este admitió que tradicionalmente en los últimos meses del año se acrecientan los golpes de inseguridad en todas sus formas. Desde sectores civiles, comerciales, de productores y del Legislativo, las voces se alzan unánimes en cuanto a la necesidad de que el ministro del Interior dimita, o bien sea destituido por el Presidente de la República.
El presidente de la ANR, diputado Pedro Alliana, en reiteradas ocasiones clamó por la salida de Giuzzio del Ministerio del Interior.
El mismo sostuvo que el actual jefe de la seguridad interna del país ha demostrado su “total ineficiencia” para la función que se lo encomendó.