Hasta ahora funciona como un reloj el pacto abdo-luguista que se puso en marcha con la elección del abdista Óscar Salomón como presidente del Senado y el Congreso, con lo que se colocó en el 3er lugar en la línea de sucesión a la Presidencia de la República, y la Vicepresidencia primera para el luguista Sixto Pereira. Por este pacto, se ubicó al pedepista Pedro Santa Cruz en el Consejo de la Magistratura y al liberal Víctor Ríos en la Corte Suprema de Justicia, a pesar del rechazo generalizado, por considerar inadmisible que un senador activo sea juez y parte en una elección tan importante.
El próximo paso será colocar al de nuevo abdista Enrique Bacchetta como miembro del Tribunal Superior de Justicia electoral, en el lugar que tendría que dejar vacante María Elena Wapenka en el 2022, pero insistentes rumores aseguran que la están presionando para que renuncie antes de cumplir los 75 años, para apurar el cambio.
Bacchetta había renunciado al liderazgo de la bancada abdista en el Senado, molesto por manejos del presidente Mario Abdo y durante más de un año se mantuvo en el limbo, votando más cerca de Honor Colorado que de Añetete. Pero volvió más entusiasta y más fanático que nunca, con lo que rápidamente consiguió que su hermano, Claudio, fuera nombrado miembro del consejo del BNF y ahora va por el premio mayor, el TSJE.