La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), colegiado conformado por todos los obispos representantes de las diócesis y vicariatos del país, propuso al Estado paraguayo la creación de un ministerio de familia y redoblar los esfuerzos en la lucha contra la inseguridad. También reiteraron su rechazo a la elección de Víctor Ríos como ministro de la Corte Suprema de Justicia.
Ayer los obispos culminaron su asamblea general ordinaria y en conferencia de prensa dieron a conocer su posición referente a diversos temas. Primero reiteraron su rechazo a la elección del ex senador liberal Víctor Ríos como ministro de la Corte. Expresaron su preocupación por las acciones que puedan debilitar la independencia judicial y propicien una posible manipulación política en el grupo de magistrados encargados de velar por los derechos. “La justicia debe ser independiente para reencauzar la honorabilidad y credibilidad de nuestras instituciones”, argumentaron.
Luego los obispos expresaron su indignación e inquietud por el acelerado proceso de elección del defensor del Pueblo, atendiendo que es un cargo que requiere de una selección desinteresada. “Lamentamos el acelerado proceso que priva de una sana reflexión y amplio debate sobre el perfil del más preparado para asumir en el cargo”, consideraron.
Los líderes religiosos de la Iglesia Católica exhortaron a promover un diálogo en torno a la tierra e impulsar la reforma agraria. En otro momento sugirieron al Estado paraguayo acompañar y fortalecer a las familias, y al respecto consideraron válida la creación de un ministerio de familia para dicho fin. Con relación a la inseguridad, pidieron a las autoridades nacionales adoptar medidas que pongan fin a la problemática que se está normalizando. “Vemos con preocupación el aumento del sicariato, feminicidio, robos y asaltos con derivación fatal, entre otras manifestaciones de la inseguridad creciente. El Gobierno debe redoblar los esfuerzos para devolver la tranquilidad y paz a nuestro pueblo”, señalaron.
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Cuatro apuñalados en una iglesia
- Sídney, Australia. AFP.
Cuatro personas resultaron heridas en un nuevo apuñalamiento ocurrido en Sídney, en una iglesia asiria, que desató enfrentamientos entre miembros de la congregación, consternados por el ataque, y la policía.
El incidente se produjo dos días después de un ataque con cuchillo en un centro comercial de esta misma ciudad, en el que murieron seis personas y fue abatido el atacante, un hombre de 40 años que padecía problemas mentales.
El sospechoso de la agresión en la iglesia es un adolescente de 15 años que fue detenido tras el incidente, que tuvo lugar durante la misa de la tarde. Los heridos son el sacerdote que oficiaba la ceremonia de esta iglesia del rito cristiano de Oriente y otras tres personas, informó la policía.
Una transmisión en directo mostró el ataque. En las imágenes se ve a un hombre acercándose al altar, con un cuchillo en alto, y luego atacando al párroco, desatando el pánico entre los feligreses.
En el video se ve a continuación a varias personas precipitándose para ayudar al religioso. “Los individuos heridos sufrieron lesiones que no amenazan su vida, y fueron tratados por paramédicos del servicio de ambulancias de Nueva Gales del Sur antes de ser llevados a un hospital”, indicaron los socorristas.
Según pudo verificar AFP, el video fue grabado en la iglesia de Cristo el Buen Pastor, en el barrio de Wakeley, en el oeste de Sídney.
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El papa Francisco reclama más “espacio” para las mujeres en la Iglesia
El papa Francisco ha reclamado en la primera celebración litúrgica del año más “espacio” para las mujeres en la Iglesia al tiempo que ha exigido que sean “respetadas” y “valoradas” en todas las sociedades.
“La Iglesia necesita de María para redescubrir su propio rostro femenino, para asemejarse más a ella que, como mujer, Virgen y Madre, representa su modelo y su figura perfecta; para dar espacio a las mujeres y para ser generativa a través de una pastoral hecha de cuidado y solicitud, de paciencia y valentía materna”, ha señalado el sumo pontífice en la misa que ha celebrado en la basílica de San Pedro con motivo de la Solemnidad de María Santísima, madre de Dios.
El 1 de enero se celebra, desde hace 57 años, la Jornada Mundial de la Paz, por lo que es habitual la presencia de un buen número de diplomáticos en la misa presidida por el papa Francisco. Ante cerca de 7.000 fieles, según los datos facilitados por la Oficina de Prensa del Vaticano, Francisco ha invocado así la paz por intercesión de la virgen María y ha pedido el fin de los conflictos. Por ello, ha instado a mirar a las madres del mundo para “escapar de las espirales de violencia y odio”.
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“Nuestro tiempo, vacío de paz, necesita de una madre que vuelva a reunir a la familia humana. Miremos a María para ser constructores de unidad, y hagámoslo con su creatividad de madre, que cuida de sus hijos, los congrega y los consuela, escucha sus penas y enjuga sus lágrimas”, ha añadido.
“Es el camino elegido por Dios”
Para el papa Francisco, “ella es el camino elegido por Dios” y “el punto de llegada de tantas personas y generaciones” que, “gota a gota”, han preparado “la venida del Señor al mundo”. De este modo, ha asegurado que la madre está en el centro del tiempo”. “Dios se ha complacido de dar un giro a la historia por medio de María, la mujer”, ha asegurado, destacando que “al principio del tiempo de la salvación está la Madre de Dios, nuestra Madre santa”.
El papa ha presidido de esta manera una de las últimas celebraciones de su undécima Navidad en el Vaticano. Como es tradición, el tiempo de Navidad se concluirá el 7 de enero, el domingo después de la Epifanía, fiesta del Bautismo del Señor, cuando tendrá lugar la tradicional cita del papa Francisco en la Capilla Sixtina.
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En todas las celebraciones litúrgicas ha estado muy presente la guerra en Tierra Santa y en Ucrania. “El mundo necesita mirar a las madres y a las mujeres para encontrar la paz, para escapar de las espirales de violencia y odio, y volver a tener miradas humanas y corazones que ven”, ha declarado.
Del mismo modo, ha incidido en la necesidad de toda sociedad de acoger “el don de la mujer, de cada mujer” y de “respetarla, cuidarla y valorarla”. “Quien lastima a una mujer, profana a Dios, nacido de mujer”, ha concluido.
Fuente: Europa Press
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La preocupación social de la Iglesia está contemplada en el programa del Gobierno
El presidente Santiago Peña compartió una reunión de trabajo con el plenario de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) que se está reuniendo en su asamblea de fin de año. En ella estaban todos los obispos del país, quienes aprovecharon la presencia del primer mandatario para hacer sus pedidos sobre la situación social de los sectores menos protegidos de la sociedad paraguaya. Entre ellos, la de los indígenas de diversas parcialidades, el combate de la pobreza extrema y la búsqueda de la equidad social para los grupos marginales.
El pedido de los consagrados no es casual. Porque el papel de civilizador y agente de progreso de los paraguayos ha sido una de las principales tareas de la Iglesia católica desde los siglos de la colonia española. Como en pocos países, aquí la cruz de Cristo y sus enseñanzas se han traducido fuertemente en la búsqueda del progreso de las poblaciones autóctonas y en la reivindicación de los valores humanos de toda la población. En diversas épocas de la historia del Paraguay, el pensamiento cristiano y la filosofía humanista que derramó fueron un importantísimo ingrediente para formar lo que hoy día es la sociedad paraguaya, con sus virtudes y defectos. Tanto, que sería muy difícil entender el modo de ser del paraguayo promedio sin tener en cuenta esas características.
El Gobierno Nacional, aunque jurídicamente es una entidad laica, está ligado a la Iglesia católica por la confesión religiosa de sus principales exponentes y de la mayoría de la sociedad, como el presidente de la República. Su programa de gobierno es fuertemente humanista y se centra principalmente en mejorar la situación de las personas mediante numerosos proyectos.
El presidente admitió que la reunión con los prelados fue una conversación muy enriquecedora en que compartió su visión de desarrollo del país y los grandes desafíos que se tienen con relación a las injusticias sociales existentes y la necesidad de construir una política de estado con visión a largo plazo.
Dado que la vida de la gente es su principal preocupación política y social, el mandatario ha declarado en numerosas ocasiones que la prioridad del Gobierno es la reducción de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo. En todas las ocasiones ha señalado la necesidad de atacar la miseria y de hacer que las personas afectadas puedan surgir mediante la ayuda estatal y su participación en la vida económica. Por lo que el pedido de los clérigos de ayudar a los más desvalidos cayó bien y en el momento en que se están accionando varios programas.
“El desarrollo que no se puede basar en números macroeconómicos, sino en el bienestar de las familias y sobre esa base identificamos que es inaceptable la pobreza en un país tan rico. Por eso nuestro objetivo es eliminar la pobreza extrema y disminuir la pobreza de una manera muy rápida, con una gestión focalizada en el sector más vulnerable”, expresó recientemente en la ANR. Por ello, una de sus promesas políticas más importantes es la creación de 500 mil nuevos puestos de trabajo, para llevar el bienestar a las familias más necesitadas y sacar de la línea de pobreza a grandes porciones de la población nacional.
Resaltó en dicha ocasión que no se puede hablar de crecimiento económico “cuando hay compatriotas que no completan tres comidas por día”. Que no se puede hablar de crecimiento económico cuando existen miles de paraguayos que luchan todos los días para conseguir un ingreso y que no tienen los recursos necesarios para darle salud y educación de calidad a sus familias.
Como puede observarse, la preocupación expresada por los obispos de la Conferencia Episcopal no solo está contemplada por el programa gubernamental, sino que forma parte del trabajo que está realizando el Gobierno desde que comenzó su gestión. En ese sentido, puede afirmarse que en esa materia existe un total acuerdo.
Teniendo en cuenta este aspecto de la realidad que se vive actualmente, sería bueno que la Iglesia, a través de sus instituciones especializadas, y los organismos del Gobierno trabajaran en forma conjunta para corregir la situación existente y hacer más llevadera la vida de los pobres. Para cumplir así el mandato fundamental de ayudar al que necesita.
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Iglesia pide a Peña fuerte lucha contra el tráfico de drogas y crimen organizado
El cardenal Adalberto Martínez manifestó que el pedido fundamental realizado por la Iglesia Católica al mandatario Santiago Peña, se centra en que su gobierno impulse un fuerte combate contra el crimen organizado, el tráfico de drogas y la pobreza que actualmente van destruyendo el tejido social del Paraguay.
Asimismo, el obispo mencionó que se buscará establecer canales de cooperación con todos los poderes del Estado y se aguardará por la reactivación del Equipo Nacional de Estrategia País. Añadió que el encuentro registrado este último lunes con el jefe de Estado fue beneficioso para conocer la posición de su gobierno en cuanto a las políticas públicas a ser implementadas en el transcurso de los próximos cinco años.
“Se debe reconocer que la pobreza es un desafío muy apremiante, el mismo presidente reconoció eso. Es un fenómeno que afecta no solo al acceso de recursos básicos como la alimentación, educación o derechos fundamentales como la salud y una vivienda digna, en este contexto fue alentador que el presidente Santiago Peña haya manifestado su compromiso con el desarrollo y la reducción de la pobreza”, indicó en una entrevista con el diario La Nación/Nación Media.
Peña participó recientemente la 239 Asamblea General de los Obispos del Paraguay, ocasión en que los líderes de congregaciones católicas también expusieron las diversas problemáticas del país. “La cooperación entre el Estado y la Iglesia puede desempeñar un papel importante, trabajando juntos. Se habló también sobre el combate al tráfico de drogas que es sumamente necesario porque realmente hoy amanecimos con la noticia de que Paraguay está posicionado entre los países con crímenes organizados muy altos”, lamentó.
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Martínez continuó sosteniendo que “se debe combatir todas estas redes de tráfico que existen y que van envenenando el horizonte y la esperanza de muchos jóvenes y la población del país, van destruyendo el tejido social”.
Reactivar el Equipo Nacional de Estrategia País
Abogó también por la inmediata reactivación del Equipo Nacional de Estrategia País con el objetivo de concertar estrategias en la búsqueda del desarrollo integral de todos los paraguayos. Añadió que la plataforma ciudadana deberá ser encabezada por el Poder Ejecutivo.
“Equipo Nacional de Estrategia País probablemente se estará reactivando de nuevo, una plataforma ciudadana que reúne a representantes del Poder Ejecutivo, sociedad civil, empresarial, cooperativas, científica, académica y cultural. Hay que ver cómo establecer mecanismos de colaboración y trabajo en conjunto con el Estado, entonces ver las políticas públicas sobre cuáles trabajar y señalar las prioridades para ir hacia un desarrollo integral de las personas. Debemos establecer canales de comunicaciones fluidas con el Ejecutivo y otros poderes del Estado”, indicó.
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