El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, dijo que en el Gobierno se descarta la idea de decretar estado de excepción en Amambay, tras sucesivos episodios de violencia mafiosa. Indicó que un eventual estado de excepción implicaría un nuevo estado de parálisis de la economía, que ya se sufrió durante la pandemia. La medida que sí se aplicará, puntualizó, es sumar mayor número de agentes. “Aplicar esta medida no corresponde, ya que un estado de excepción trae consigo muchas consecuencias, pudiendo afectar hasta a la economía local”, dijo el titular del Interior al abordar el tema.
Manifestó que de momento se desplegará un importante número de agentes policiales en la capital amambaiense, con lo que se pretende disuadir a los activistas de grupos criminales a no perpetrar nuevos episodios de violencia.
“En este momento es presencia policial (lo que decidirán), hacer que las acciones sean coordinadas entre las agencias paraguayas, la Senad y la Fuerza de Tarea Conjunta”, añadió.
La propuesta de declarar estado de excepción fue lanzada por el senador Blas Llano, quien indicó que con la cobertura normal de la Policía, las bandas criminales tienen las manos libres para actuar a sus anchas.
El planteamiento del legislador liberal tiene apologistas y detractores en el Parlamento. Los primeros concuerdan que solo una activa presencia policial-militar puede contener a las mafias que operan en la frontera. Los otros en cambio indican que un estado de excepción solo ocultará por un tiempo el problema.