El robo de una avioneta en el Chaco, perpe­trado presuntamente por una banda narcotrafi­cante, sacudió a autoridades policiales y de otros entes del país. Es porque por primera vez se verifica este tipo de delito. Para los entes de con­trol resulta insólito el episodio, en tanto que en ámbitos poli­ciales se menciona que sería un nuevo modus operandi de las agrupaciones criminales.

¿Tiene el Estado una manera de detectar el vuelo de máqui­nas de este tipo? El director de Aeronáutica, José Luis Chá­vez Martínez, respondió que la Dirección de Aeronáutica Civil no posee la infraestruc­tura para controlar la totali­dad de las pistas existentes (legales e ilegales) en el país.

“Nosotros no tenemos control sobre las pistas particulares, solo sobre las pistas controla­das por los aeropuertos de la Dinac”, respondió Chávez al ser abordado sobre el tema.

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Manifestó que las personas particulares que poseen avio­netas muchas veces se mues­tran renuentes a que se ingrese a sus propiedades, y que tienen montados sus esquemas de seguridad.

“Cada uno tiene su sistema de control en su pista. Hay perso­nas que sacan publicaciones y dicen que nadie entra o sale de su pista sin que la persona auto­rice”, acotó.

La casi nula existencia de esquemas de control aéreo convierte a nuestro país en importante zona de aterri­zaje y despegue de naves que transportan sustancias narcó­ticas. El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, indicó que se precisan cuanto menos cuatro radares para realizar cober­tura más efectivas del espacio aéreo, pero el costo, alrededor de 40 millones de dólares, hace que el proyecto hasta ahora no tenga andamiento.

Por su parte, la ministra de la Secretaría Nacional Antidro­gas, Zully Rolón, manifestó que los grandes golpes asesta­dos al narcotráfico se duplica­rían en caso de tener los rada­res suficientes.

El robo de la avioneta, en el Chaco paraguayo, casi a la par de un episodio similar que se registró ayer en la zona fronte­riza con Brasil, llamó la aten­ción de los investigadores poli­ciales. Una presunción que se teje al respecto consigna que podría ser una nueva moda­lidad en el esquema de acción de narcotraficantes.

La hipótesis hace juego con los sucesivos decomisos de aviones por parte de las auto­ridades antidrogas, que ases­tan golpes a las finanzas de las bandas criminales.

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