“En 2008-09, el entonces director general de Aduanas de Paraguay aumentó y formalizó un sistema de sobornos, según el cual los intermediarios tenían que pagar a los funcionarios de Aduanas paraguayos, un sistema que aseguraba que se pagara a todos los funcionarios de Aduanas”, señala parte del informe emitido por el Departamento del Tesoro de EEUU.
Los años citados corresponden al gobierno del ex presidente Fernando Lugo, y el titular de Aduanas era Carlos Vidal Ríos. Ver informe en https://home.treasury.gov/news/press-releases/jy0332.
La investigación por corrupción y lavado de dinero en nuestro país sanciona a tres personas y según salta en el referido reporte, como parte del esquema los intermediarios pagaban sobornos a los trabajadores portuarios, despachantes y funcionarios de Aduanas paraguayas para procesar las importaciones y exportaciones.
Los blancos del Departamento del Tesoro son Kassem Mohamad Hijazi, Khalil Ahmad Hijazi y Liz Paola Doldán González, a los que penaliza en virtud de la Ley Global Magnitsky, que Washington aplica a autores de abusos de derechos humanos y de corrupción en el mundo. Los tres mencionados están implicados en negocios ilícitos en la Triple Frontera donde convergen Argentina, Brasil y Paraguay.
Las empresas vinculadas a estas personas: España Informática SA, Mobile Zone, Emprendimientos Inmobiliarios Misiones SA, Apolo Informática SA y Mundo Informático Paraguay SA, que también fueron señaladas por el Tesoro norteamericano debido a que eran el brazo operativo para lavar activos que se extienden hasta Estados Unidos, América del Sur, Europa, Oriente Medio y China.
Liz Paola Doldán González (Doldan) es identificada como intermediaria que trabaja con envíos desde los Estados Unidos como asociada a Kassem, ciudadano brasileño de origen libanés que cayó el martes en un operativo de la Senad y el Ministerio Público a cargo del fiscal Marcelo Pecci. El rol de la mujer se vincula a mantener sistema de sobornos a funcionarios claves de control, principalmente aduaneros.
Sobre Hijazi, el documento refiere que operando como despachante en Paraguay desde al menos el 2017, el brasileño “dirige y controla una organización de lavado de dinero con sede en Ciudad del Este, Paraguay, que opera a escala global con la capacidad de lavar cientos de millones de dólares. Kassem mantiene fuertes vínculos con políticos, policías, fiscales de distrito y varios corredores de cambio de moneda paraguayos ubicados en Ciudad del Este que brindan facilidad, seguridad, garantía y poder económico que le permiten operar en la zona desde al menos el 2018”.
En conferencia, el fiscal Marcelo Pecci sostuvo que se encuentra en proceso la extradición de Kassem, no así de los otros mencionados. Habría una lista de más personas sospechosas salpicadas en el esquema, pero cuyas identidades todavía se mantienen en reserva.