El reconocido economista Hugo Royg analizó desde el punto de vista político, económico y social la gestión de Mario Abdo Benítez como presidente de la República de Paraguay, al cumplirse tres años de mandato. Sostiene que la incapacidad que tiene este gobierno en resolver el flagelo de la corrupción.
“En la gestión política de un presidente su acción es política, pero son los resultados económicos y sociales con las familias y empresas de un país los que permiten establecer criterios de evaluación. El resultado económico nos muestra lo siguiente: la economía tiene una evolución orgánica con tasas positivas debido a las fortalezas y capacidades existentes en los sectores productivos privados”, aseguró.
“Definitivamente, la gran deuda se da en las acciones claras y decididas en evitar y sancionar los actos de corrupción en el sector público (aparentemente se ha elevado la corrupción). Otra deuda es el análisis de la calidad y pertinencia de la deuda pública”, expresó.
Añadió que el desempeño del Gobierno es burocrático y lento. “Es la gestión de coordinación de políticas públicas (económicas y sociales) la que ha demostrado lentitud y poca claridad en lo que concierne a las prioridades y urgencias para las pymes y para el bienestar de las familias”, sostuvo.
Royg destacó que las decisiones adoptadas en materia de política fiscal fueron correctas. “Es de destacar el esfuerzo tributario realizado, tanto por la reforma tributaria realizada como por el esfuerzo de incremento de la recaudación y de la formalización. Así también, en el incremento en la capacidad de gestión de proyectos de inversión en infraestructura y en la capacidad de atención de la salud a la población”, dijo.
El economista señaló que el modelo de mandato fue confuso durante estos tres años y eso genera aún más incertidumbre. “No está claro el modelo país a ser impulsado y gestionado. No existen mensajes claros sobre el marco en el que se gestionarán las políticas públicas”.