El ministro de Rela­ciones Exteriores, Euclides Acevedo, confirmó que el gobierno de Mario Abdo Benítez abrirá una oficina comer­cial en Jerusalén. “Vamos a abrir una oficina comercial en Jerusalén”, dijo el can­ciller y añadió que la deci­sión está tomada y que solo es una cuestión de presu­puesto lo que dilata su aper­tura. Existe la voluntad política de hacerlo, remarcó a la 1020 AM.

El embajador de Israel, Yoed Magen, confirmó en su momento que el Paraguay analizaba la posibilidad de abrir una oficina comercial en Jerusalén. En ese con­texto, aclaró que no era posi­ble aún la apertura de sede diplomática en Asunción. En abril pasado dijo que el tema era delicado y que en ese momento no era posi­ble debido que para ello, se requiere de un importante esfuerzo económico.

Con respecto al arribo de las vacunas, tanto las donadas como las compradas, Ace­vedo aclaró que el meca­nismo Covax se está “ali­neando” para cumplir con los compromisos con Paraguay. Indicó que habrá “buenas noticias” de parte de Rusia para julio, esto en relación al contrato de compra con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF).

Dijo que hay intenciones de la cancillería argentina para que en cada vuelo Mos­cú-Buenos Aires harán un espacio en sus bodegas para que puedan traer más de las 40.000 dosis tradicionales de la vacuna Sputnik V. Ace­vedo fue increpado respecto a la relevancia o no de Para­guay como socio geoestraté­gico a la hora de enviárseles la vacuna.

En ese sentido, mencionó que ninguno de los contra­tantes con los que ha fir­mado el Paraguay han cum­plido con los contratos. Citó el contrato por Covaxin de India por dos millones de dosis que hasta el día de hoy informó no llegó “ni una sola ampolla”. Indicó que el justi­ficativo de la no exportación de la vacuna es por el nivel altísimo de mortalidad en el país de más de 1.398 millo­nes de habitantes.

“Para fin de mes van a venir las vacunas de Moderna (de Qatar)”, dijo e informó que “nosotros hemos pedido 700 toneladas por semana (al Brasil). También hemos convenido con Argentina 60 toneladas por semana”.

Asimismo, dijo que como gobierno “debemos mani­festar también nuestra pre­ocupación por la falta de oxí­geno y UTI”.