Los casi 2 meses en el exterior no le sirvie­ron a Juan Ernesto Villamayor, ex jefe de Gabi­nete de la Presidencia, para que la ciudadanía pueda olvi­dar su turbia gestión acom­pañada siempre de denun­cias de corrupción que terminaron por convertirlo en uno de los políticos más reprochables de Paraguay.

Villamayor retornó al país, en la noche del sábado, tras vacacionar en Miami, Esta­dos Unidos, junto con su esposa, luego de su obligada renuncia ante el cúmulo de críticas a su gestión, no solo como jefe de Gabinete de la Presidencia, sino incluso desde antes, cuando ejercía la titularidad del Ministerio del Interior.

Pese a los fuertes escraches e incluso golpes que reci­bió el pasado 14 de febrero, al asistir a un restaurante para celebrar el Día de los Enamorados, él se mante­nía inmutable en su cargo. Pero su salida de las esferas del poder no fue hasta que la ciudadanía se levantó en contra del gobierno del pre­sidente Mario Abdo, con la gran movilización autocon­vocada, a principio de marzo, cuando el mandatario tomó la decisión de apartarlo del cargo.

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En una actitud de “ni olvido, ni perdón”, la ciudadanía, indignada por la actitud arro­gante del ex funcionario, no escatima ocasión para escra­char a Villamayor donde lo encuentre. Así sucedió en un lujoso restaurante e incluso en las calles de Miami donde se lo vio pasear. Así como sucedió este fin de semana cuando el ex funcionario de Estado recibió todo tipo de insulto desde que abordó el avión en primera clase, hasta incluso al aterrizar en el aeropuerto Silvio Pettirossi, a las 23:00, fue escrachado por pasajeros que viajaban en el mismo avión, de Copa Airlines. “¿Quién se baja pri­mero?, ¡la rata! ¡Fuera rata, inútil, ladrón de mierda!”, fueron algunos de los califi­cativos lanzados por la ciu­dadanía contra Villamayor en su no tan cálido retorno a Paraguay.

Villamayor estuvo salpi­cado por numerosos casos de corrupción a lo largo de su carrera política e incluso ya fue procesado por la Justicia por lesión de confianza cuando se desempeñaba como ministro-secretario de la Reforma del Estado. Aun así, el gobierno actual lo mantuvo en importantes cargos. Primero se des­empeñó como ministro del Interior, donde saltó al tapete por la investigación de las “comisarías de oro”. Además, fue duramente cuestionado por las filas policiales e incluso acu­sado por ex policías y fami­liares por el mal manejo de la institución.

Luego, siendo ya jefe de Gabinete, le atribuyen su participación en el fallido acuerdo entre el Gobierno y PDVSA, en el que Petropar pretendía cancelar su histó­rica deuda con la petrolera venezolana, bajo un llama­tivo y benevolente docu­mento.

“CHARLA Y TERERÉ DOMINICAL”

En coincidencia con el escrache a Juan Ernesto Villamayor, en el vuelo de retorno de EEUU al país, el día de ayer igualmente cir­culó en redes sociales una fotografía con el candidato a inten­dente de Asunción por el oficialismo, Daniel Centurión. La ima­gen pertenece a una publicación que el propio precandidato divulgó con el siguiente mensaje: “Charla y tereré dominical”.

Aparentemente, y pese al vergonzoso escrache del sábado, Villa­mayor ni bien volvió al país, circuló la fotografía de la publicación de la cuenta de Instagram del ex asesor político de Mario Abdo Benítez, que generó numerosas críticas.

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