El actual diputado por el Partido Patria Que­rida (PPQ), Sebastián García, se presenta como pre­candidato a la Intendencia de la capital del país, Asunción. Con una propuesta clara y firme, dejar de ser una “ciu­dad expulsa”, García habla con La Nación sobre sus pro­puestas y objetivos de llegar a la administración municipal.

Una de las propuestas claras que impulsa desde su proyecto electoral es la de que los asun­cenos vuelvan a habitar en su ciudad, asuncenos que migra­ron a las ciudades aledañas para asentar su hogar, pero que siguen conectados a la ciudad por el trabajo. En este sentido, el precandidato propone un desa­fiante proyecto de infraestruc­tura en general que pueda dar una calidad de vida a los ciuda­danos asuncenos. Otros de los aspectos abordados por García en esta entrevista es la reacti­vación económica, como un eje fundamental, para superar las secuelas dejadas por la pan­demia del covid-19. Asimismo, refiere que su planteamiento es trabajar sobre el cumplimiento estricto de las medias sanita­rias y el trabajo responsable para lograr la reactivación en el ámbito económico.

– ¿Por qué el asunceno debe votarle a Sebastián García?

Nuestro proyecto funciona con un equipo, tiene un equipo detrás, uno sólido, firme, leal, y a partir de ese equipo se creó un proyecto, que sienta la base para una visión de ciudad, una ciudad que no termina en un mero botín político de un periodo de gobierno, sino que mira a futuro. Para una ciudad que mira de aquí a 5, 10 o 15 años y piensa en qué ciudad soñamos incluso para las futuras gene­raciones, para nuestras hijos, para nuestros nietos. Senta­mos esas bases y trabajamos ejes muy puntuales que abor­dan las situaciones inmediatas, que espera el ciudadano, quien espera en su día a día solucio­nes a mediano y largo plazo que terminen impactando en su calidad de vida. Soluciones que justamente nos invitan a creer que Asunción puede más, es una invitación al ciudadano asunceno a creer que su ciudad va mucho más allá que lo que hoy nos hacen resignar.

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Queriendo resignarnos a cues­tiones básicas como parches en materia de infraestructura, de recolección de basuras, en materia de algunas cuestiones muy básicas, cuando en rea­lidad podemos mucho más. Podemos mucho más en cues­tiones que terminen impac­tando en la calidad de vida, en el día a día del ciudadano.

– Sobre ese mismo punto, hablando de infraestructura y calidad de vida, una de las materias pendientes de años son las calles de Asunción, ¿cuál es el proyecto o solu­ciones que plantea en este aspecto?

– Infraestructura en general. No alcanza con decir que uno va a solucionar el tema de las calles, sino hay que pensar en la repoblación de Asunción, una repoblación pensada, planificada de manera a que la ciudad deje de ser un acci­dente. Hoy la ciudad de Asun­ción es un accidente, todo pasa por casualidad, son esfuerzos aislados que saltan acá y sal­tan allá, pero se tropiezan en el camino porque no están debidamente articulados.

En ese sentido, creemos que nos toca ser articuladores de todos esos esfuerzos y pensar esos esfuerzos de manera planificada, cuando hablamos de infraestructura no habla­mos solo de calles, hablamos también de veredas, habla­mos de ciclovías, de incentivo para la movilidad alternativa, para transporte público a nivel barrial, para densificación de zonas, es decir, para invitar a que la gente vuelva a vivir a la ciudad. Hoy Asunción es una “ciudad expulsa”, y nosotros ya dimos por sentado eso, cuando en realidad nosotros tenemos que invitar a que la gente se reconecte con su familia, reco­nectar a esa vida de barrio que hubo alguna vez, de manera pla­nificada, pensada, con los incen­tivos adecuados, y con el resul­tado en consecuencia.

De eso se trata, de articular los esfuerzos, no resignarse a lo mínimo o lo básico que nos muestran y nos dan hoy, por eso insistimos en que los ciu­dadanos abran los ojos y vean que Asunción puede más, tanto como capital del país como una ciudad que se pro­yecta a nivel regional y tiene potencial para proyectarse incluso en el mundo.

– En cuanto a las soluciones habitacionales para los que se encuentran en los baña­dos, la Chacarita, y otras zonas, ¿qué piensa sobre la construcción de viviendas sociales para las personas?

– Asunción tiene una deuda pendiente con atraer e invitar nuevamente a la gente a que vuelva a vivir en la ciudad. Mucha gente se fue y tiene que volver a Asunción, hoy no hay incentivo alguno para pagar tus impuestos, para pagar siquiera tu registro de condu­cir en Asunción. El tema de la situación de las personas en los bañados y zonas inundables es una deuda pendiente, brindar soluciones definitivas que tie­nen que ser abordadas como una política de Estado.

Históricamente, lastimosa­mente, se vio a esa personas viviendo en las zonas ribere­ñas como un botín político. Es hora de que empecemos a ver que hay familias, que hay seres humanos, que hay vidas que tenemos que revalorizar, que tenemos que dignificar y que tenemos que potenciar, hay niños y jóvenes a quienes tene­mos que hacer llegar oportuni­dades, tenemos que hacer llegar soluciones definitivas en mate­ria habitacional, en materia de infraestructura, en materia de servicios básicos, en el aleja­miento de las drogas que hoy es una cosa que consume las zonas más vulnerables de la ciudad.

De ahí viene el hecho de que Asunción tiene que ser una polí­tica de Estado, tiene que figurar como prioridad en la agenda de los ministerios y la Municipali­dad tiene que ser la articuladora y no la eterna confrontada como sucede en la actualidad.

– Políticamente hablando, es un candidato que se pre­senta desde la oposición, ¿cómo manejar la situa­ción que ocurrió con Mario Ferreiro, que surgió de ese sector, pero que final­mente terminó saliendo de la administración por denuncias de corrupción? ¿Cómo recuperar la con­fianza de la ciudadanía?

– En primer lugar tenemos que definir qué implica y qué signi­fica ser oposición. Hoy tenemos a un intendente puesto y soste­nido por concejales de la opo­sición, entre ellos del Partido Liberal, y cuando hablamos de puesto y sostenido significa que participan de cogobierno. Entonces, nosotros tenemos que definir qué significa ser oposición, y esa oposición tiene que plasmarse en hechos, en posturas constructivas, en con­ductas. En ese sentido, es la hora de reconquistar al ciudadano reconectándose con la gente, y devolviendo la esperanza de que no estamos trabajando para octubre sino para después de octubre y qué va pasar en los próximos 5, 10 o 15 años, no solo pensar en llegar como si fuera que basta con llegar.

Llegar al resultado electoral tal vez es lo más fácil, el desafío esta en que se recomponga la confianza de la gente. Reconci­liar al asunceno con su munici­pio, hoy es una eterna confron­tación, una eterna hostilidad, en cierta manera el ciudadano se resigna a lo que pasa en la municipalidad.

– Hablando de articular con el Gobierno Nacional, y hablando un poco de la pan­demia también que afecta a todo el mundo, ¿cuáles son los planteamientos para trabajar con el Ministerio de Salud por ejemplo desde la municipalidad?

– En primer lugar le toca a la municipalidad ser un prota­gonista tanto en la conciencia respecto a la salud y las medi­das sanitarias y en lo que va ser la reactivación econó­mica. Tenemos que ser bien claros con eso, la municipali­dad tiene un compromiso y el desafío de asumir un protago­nismo en ese sentido.

En lo que respecta las medidas sanitarias, tiene que ser un tra­bajo en conjunto. ¿Pero qué es lo que pasa?, hoy el Ministerio de Salud se empecinó en poner res­tricciones, en hablar de barre­ras, en hablar de limitaciones, y no trabajó la pata de formación y de conciencia ciudadana, que es una pata fundamental a la hora de construir la confianza. A esta altura, tenemos que salir a con­vivir con las restricciones sani­tarias correspondientes, salir responsablemente, vivir res­ponsablemente.

– ¿Cómo está encarando esta campaña política en tiempos de pandemia?

– Buscamos que sea una cam­paña con propósito, una cam­paña con un mensaje, como una oportunidad de devolverle la esperanza a la gente, devol­verle la esperanza de reconci­liación con su ciudad y devol­ver una esperanza de acceso a oportunidades, porque hoy a demasiada desesperanza, demasiada frustración, y demasiada incertidumbre con todo lo que está ocurriendo.

Entonces, más allá de lo electo­ral, acá la fuerza y la responsabi­lidad está en devolver esa espe­ranza y que la gente sepa que vamos a estirar todos juntos el carro para la vuelta a la nor­malidad, y con esa esperanza se abren puertas. Sí, tal vez no con los eventos masivos como estamos acostumbrados, pero la política tenemos que imagi­narla diferente, tenemos que imaginar una nueva manera de hacer política, que tal vez suene trillado, pero es una nueva manera de conectarnos con la gente, una nueva manera de conectarnos de manera sin­cera y genuina con la gente, y no precisamente hacer visitas en cantidad, sino visitas en cali­dad. Encuentros en calidad en los que se pueda trabajar pro­yectos, trabajar soluciones y realmente devolver esa espe­ranza que tanto se necesita en este momento.

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