• POR SARA AYALA
  • PERIODISTA

“Llegar a esa canti­dad es un desa­fío, pero esta­mos trabajando”, sostiene ante una crisis sanitaria que limita las campañas proseli­tistas para dar a conocer las propuestas al electorado de la capital. Nakayama, candi­dato del movimiento Renova­ción Azul, comentó todas las implicancias de su candida­tura a intendente a La Nación.

–¿Cómo hacer campaña en tiempos de pandemia?

–Se va a apelar al nivel de inci­dencia de los dispositivos móvi­les como celulares. No vamos a poder hacer campaña tradicio­nal, vamos a salir a trabajar a nivel de dirigentes y a juntar­nos en cuadrillas.

–¿Qué lo anima a lanzarse para las elecciones munici­pales?

–Cualquier persona que aspira a dirigir el destino de una ciu­dad tiene que empezar de lo particular a lo general, por­que difícilmente uno pueda mañana pretender conseguir administrar un país si no ha conseguido lograr eso con una ciudad. Si bien yo tengo 20 años de experiencia en el sector privado, desde auxi­liar hasta cargos ejecutivos, creo que en el sector público se puede hacer una gestión importante. Relacionado a la gestión de la municipalidad, se torna más difícil porque se la conoce como el cementerio de políticos.

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–¿Qué se puede hacer para combatir la superpoblación de funcionarios?

–Es una realidad, no solo de la municipalidad, sino del Estado. Tenemos el caso del comisio­nado con rubro de la Munici­palidad que está asignado en otras instituciones, están los que no van a trabajar y están aquellos que llegan a una etapa de estabilidad y hacen lo que quieren. Tenemos que diferen­ciar y priorizar a los que traba­jan en serio, darles herramien­tas para mejorar su trabajo y así desburocratizar el proceso. Otro problema es la burocracia que genera coima.

–¿Cómo se logra generar mayores recursos para invertirlos?

–Nos restringimos al estatus actual, no vemos la solución fuera de la estructura actual, que solo permite que los ingre­sos sean por tributos, venta de activos o arrendamiento o financiamiento por crédito bancario. Se debe crear otra fuente de financiamiento o ampliar. Si hacemos una rees­tructuración de tasas, al bajar los tributos podemos lograr mayor recaudación.

–¿Cómo fue el proceso de consenso para la candida­tura única del PLRA?

–Se consensuó, fue un pro­ceso largo y difícil, están en juego demasiados intereses. Pienso que el tema de que se jueguen las internas para elección de cargo a directo­rios en el mismo día en que se definen las municipales, juega en contra del consenso. Por eso teníamos que estirar el barco a contracorriente, estábamos a favor del con­senso cuando había una dis­puta interna.

–¿Esta decisión los forta­lece como oposición?

–Si nosotros esperábamos el desenlace de las internas el 20 de junio y salíamos en julio para instalar la candidatura, hubiera sido tarde y en forma desventajosa, el adelantar el consenso juega a favor nuestro.

–¿La figura de Efraín Ale­gre afecta internamente las elecciones?

–Respeto al presidente y a los demás líderes, lo que no quiere decir compartir en todas las circunstancias. Con todos tengo diferen­cias, pero lo importantes es que las hemos zanjado. Si bien no podemos solucionar el problema interno, hemos logrado superar esa crisis interna y anteponer el inte­rés superior del PLRA.

–¿Se debilita la fuerza de la oposición al no aglutinar a más partidos en el con­senso?

–El hecho de que en Para­guay no tengamos balotaje o segunda vuelta ni para car­gos de presidente e intenden­tes exige que la negociación política se haga antes del ini­cio electoral.

No creo que estemos mal de tiempo. Al contrario, estamos bien, ya que la mayoría de los partidos tienen su interna el 20 de junio. Creo que estamos a tiempo de poder hablar con distintos sectores y buscar acuerdos programáticos, ese acuerdo no puede ser electo­ralista. Estamos de alguna forma evitando hacer alian­zas precipitadas, buscando que las mismas sean progra­máticas y el día de mañana sean ejecutables.

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