A un año que se destapó la olla en la que se cocinaba la mayor corrupción en las compras de insumos chinos para la lucha contra la pandemia del covid-19, muy pocos avances se han logrado en la investigación en uno de los intentos de millonaria estafa al Estado paraguayo. Días antes de la llegada del avión carguero que traía al país los insumos hospitalarios, el diario La Nación denunciaba que, en tiempo récord de 72 horas, el Ministerio de Salud Pública había liquidado la adjudicación de compra por vía de la excepción de insumos médicos por valor de G. 85.220 millones en el marco de la emergencia por el covid-19. El monto equivale a unos US$ 13,5 millones.
El avión carguero llegó al país en la mañana del 18 de abril, pero dos días antes este medio divulgó la llamativa adjudicación que se realizó en tiempo récord. La celeridad del proceso hasta resultaría eficiente si no saltaran hechos llamativos como la limitada cantidad de invitados enfocada en dos grandes contratistas y una pequeña empresa, cuyas referencias de contratación tenían probabilidades casi nulas para calificar.
De ahí la sospecha de que la adjudicación fue direccionada a favor de Eurotec SA e Insumos Médicos SA, dos empresas con nombres diferentes, pero vinculadas a una misma familia. Los hijos del empresario Justo Ferreira estaban al frente de ambas firmas beneficiadas. En Eurotec SA aparece Marcelo Rubén Ferreira Pascottini y en Insumos Médicos SA la otra hija, de nombre Patricia Beatriz Ferreira Pascottini.
La denuncia de La Nación llamó la atención de legisladores de la oposición, que conformaron una comisión que realizó in situ la verificación de la carga al momento de su llegada en el aeropuerto Silvio Pettirossi. Diez días después, un equipo periodístico del canal GEN tuvo acceso al depósito de la Dirección Biomédica del Ministerio de Salud, donde se guardaron los lotes de insumos médicos importados de Hong Kong, China, y se confirmaba que Salud Pública rechazó la totalidad de los insumos por la dudosa procedencia.
Hoy, a un año de la fallida llegada a Paraguay de los insumos chinos adquiridos por el Ministerio de Salud Pública para hacer frente a la crisis sanitaria por el covid-19, legisladores solicitaron que los responsables sean castigados por aprovechar la pandemia “para robar”, ya que aún permanecen “tranquilos en sus casas” porque no hay avances en la investigación. Hasta ahora la única medida adoptada fue un sumario administrativo que llevó adelante la cartera sanitaria a 7 de sus funcionarios, que solo recibieron una sanción leve de suspensión de 30 días sin goce de sueldo.
En ese sentido, el diputado Sebastián García (PPQ) recordó que se cumple el primer año de la llegada del carguero chino. “Un anticipo de varios eventos que mostrarían la miseria humana en su máxima expresión. Aprovechar la pandemia para poder robar. Hoy ese robo está costando vidas. La corrupción mata. Acá los responsables no pueden seguir tranquilos en sus casas”, enfatizó.
Su colega Carlos Rejala le respondió que tarde o temprano los corruptos terminarán pagando tras haber destapado la “olla a los delincuentes” del gobierno del presidente Mario Abdo Benítez. “Le destapamos la olla a los delincuentes del Gobierno, y eso trajo como consecuencia la persecución a mí y a mi familia. Hace un año que empezaron con el amedrentamiento y no pararon hasta hoy, pero yo tampoco paré”, sentenció.