Con el ataque de un grupo criminal a la estancia Reunida, en Horqueta, departamento de Concepción, se confirma una vez más que los ganaderos del Norte están siendo obligados a pagar “el impuesto revolucionario”. Conforme a lo que relató el vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), Luis Apesteguía, tres hombres armados y vestidos de color verde ingresaron a la propiedad privada y procedieron a quemar la estancia y un tractor, y según indicaron los empleados, ellos alegaron que hacían esto debido “al incumplimiento entre el dueño de la estancia y el grupo ACA-EPP”, precisó.
Ante esta situación, nuevamente se pone sobre la mesa el “impuesto revolucionario” que siguen pagando los ganadores de la zona. Según datos que menciona manejar desde la emisora 780 AM, serían cerca de 80 estancieros de la zona norte que siguen siendo obligados a pagar mensualmente el conocido “impuesto revolucionario” o de protección, que anualmente permitiría a los grupos criminales como el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y la Agrupación Campesina Armada (ACA) recaudar G. 3.500 millones. Apesteguía indicó que no maneja la cantidad exacta de establecimientos ganaderos, que están bajo la influencia de estos grupos criminales.
El domingo, por la noche, desconocidos ingresaron a una estancia que pertenecería a un ciudadano brasileño identificado como Marco Antonio López. En cuanto al supuesto incumplimiento del pago del “impuesto revolucionario”, por parte del ciudadano brasileño, dijo que eso queda a cargo del Ministerio Público investigar sobre datos más ciertos.
“Eso es lo que menciona el personal de la estancia, que supuestamente eso es lo que dijeron ellos (los guerrilleros). De ahí de que eso sea cierto o no, con el correr de la investigación, se van a tener datos más precisos, de que si realmente el señor estaba, o no, pagando y no hizo la denuncia. Eso con la investigación se irá dilucidando”, comentó.
Igualmente, el Tte. Cnel. Apesteguía indicó que aún a las fuerzas de seguridad se le está dificultando brindar la protección en la totalidad, por lo que señaló que tal vez existiría algunas estancias alejadas, cuyos dueños aún siguen siendo obligados a realizar ese pago extorsivo. A su criterio, se redujo “muchísimo” la cantidad de ganaderos obligados a pagar algún tributo a los grupos criminales.