El Santo Padre hizo un llamamiento por Paraguay, recordando que la violencia es autodestructiva y pidió hallar soluciones adecuadas. Ayer, en su catequesis de la audiencia general, el papa Francisco desde la Biblioteca del Palacio Apostólico reflexionó acerca de la oración y la Trinidad. A modo de introducción, se leyó un pasaje del evangelio de Juan sobre la promesa del Espíritu Santo.
En la ocasión se refirió al espíritu como primer don de toda existencia cristiana y recordó que todos son iguales “por dignidad, pero también únicos en la belleza que el espíritu ha querido que se liberase en cada uno de los que la misericordia de Dios ha hecho sus hijos”. Además el Papa hizo un llamamiento por Paraguay.
Según lo publicado por el Vaticans News, al saludar cordialmente a los fieles de lengua española, el papa Francisco, antes de bendecirlos, les dejó una invitación: “Pidamos al Señor que inflame con el fuego del Espíritu Santo nuestros corazones. Que nuestra vida sea como la lámpara encendida junto al sagrario, que se consuma en la alabanza a Dios y el servicio a los hermanos, siendo testigos alegres de su presencia en medio del mundo”.
Después de rezar el Padrenuestro y de impartir su bendición apostólica a cuantos participaron en esta audiencia general a través de los medios de comunicación, el Papa se refirió al Paraguay y dijo que durante esta semana le han preocupado las noticias que llegan desde el país.
“Por intercesión de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé pido al Señor Jesús, Príncipe de la Paz, que se pueda encontrar un camino de diálogo sincero para hallar soluciones adecuadas a las actuales dificultades, y así construir juntos la paz tan añorada. Recordemos que la violencia siempre es autodestructiva. Con ella no se gana nada, sino que se pierde mucho”, afirmó.
La preocupación del líder de la Iglesia Católica guarda relación con la crisis política y sanitaria que vive el país. Tras la complicada situación, miles de ciudadanos salen a las calles hace más de 10 días a manifestar su descontento con la corrupción que reina y la crisis sanitaria desatada. Esta delicada realidad tiene que ver con el gobierno de Mario Abdo Benítez, por lo que los partidos de oposición presentarán el libelo acusatorio para el juicio político al Presidente y su vicepresidente Hugo Velázquez.