Rauand Rauf Latif, un ciudadano alemán de origen kurdo, forma parte de un grupo empresarial que llegó en el 2009 a Paraguay para establecerse y realizar importantes obras. “Trajimos nuestro capital a este país para generar más mano de obra”, explica Latif en uno de los varios videos preparados para denunciar lo que considera una persecución por parte de las autoridades de la ciudad de Villa Elisa, donde está ubicada una planta arenera, que generaba más de medio millar de puestos laborales.
La arenera era solo el principio de los varios proyectos que el grupo empresarial tenía pensado montar en nuestro país. También el proyecto del grupo contemplaba un moderno astillero, una importadora de autopartes y vehículos, además de un complejo habitacional, todos estos en la localidad de Villa Elisa. También tenían planificada la construcción de un puerto privado, una planta para la distribución de agua potable y una planta de tratamiento de agua servida.
Latif comenta que el grupo eligió instalarse en Villa Elisa por considerarla una ciudad pujante, pero con mucha necesidad de infraestructura. “Nunca vi en Villa Elisa que tengan un proyecto como este para generar mucha fuente de trabajo”, explicó el empresario.
Finalmente, el grupo empresarial daría vida a una Cámara de Comercio Paraguay - Asia Occidental, de manera a fortalecer el intercambio comercial con una de las más pobladas regiones del planeta. Incluso dentro de la etapa de construcción del complejo, la empresa de Latif obtuvo un contrato con la Embajada de los Estados Unidos para convertirse en proveedor de materiales para obras civiles. “No cualquier empresa logra tener un contrato con la embajada americana”, explica, indicando que eso les da seriedad y calidad a la empresa que llegó al país a invertir.
Nueve años después de su instalación en el país y con todas las documentaciones en regla expedidas por diferentes organismos, entre ellos ambientales, la irrupción en escena de Kattya González, diputada del Partido Encuentro Nacional, hizo que la situación cambiara radicalmente.
Latif denunció que la diputada utilizó de manera indebida sus influencias para paralizar todas las operaciones del grupo empresarial. Durante una sesión en la Cámara de Diputados, la parlamentaria, a los gritos dijo que la arenera había privatizado de facto un espacio público que pertenecía a todos los ciudadanos.