Los ciudadanos Raquel Achucarro, María Fausta Ramírez, Andrea Achucarro y Julio Troche reiteraron ante la Dra. Soledad Machuca Vidal, fis­cala adjunta de Delitos Eco­nómicos y Anticorrupción, la denuncia contra la legisla­dora Celeste Amarilla, por el supuesto hecho de tráfico de influencias para recuperar los US$ 200 mil que gastó en su escaño mediante un crédito a favor de su empresa por medio de una gobernación.

Ramírez declaró en comuni­cación con el canal GEN que reiteraron la denuncia que ya habían presentado en el 2019. “Aparentemente ese expediente se había encajo­nado en la oficina de la fis­cala Soledad Machuca, quien debía nombrar interventor y no lo hizo. Hoy venimos a rei­terar sobre la supuesta comi­sión del hecho punible contra la diputada Celeste Amari­lla”, expresó.

María Fausta Ramírez al momento de presentar su denuncia ante la Fiscalía.

Según los antecedentes, el pasado 25 de abril del 2019, durante la sesión extraordi­naria de la Cámara de Dipu­tados para tratar el proyecto de ley de desbloqueo de la lista sábana y de paridad política, la diputada Celeste Amarilla, luego de un encen­dido discurso en defensa de esa paridad entre hombres y mujeres para el acceso a los cargos electivos confesó en forma reiterada que accedió al cargo de legisladora porque disponía de US$ 200 mil, que le permitieron encabezar la lista de candidatos.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“Nunca se me dio mi lugar en el partido, nunca se me dio lugar hasta que mi marido (Franklin Boccia) falleció y yo tenía la plata para pagar una interna. Esa es la ver­dad, porque si mi esposo no hubiera muerto, él hubiera sido el parlamentario, por mí con mucho gusto, pero recién ahí la gente descubrió, 36 años después mi partido descubrió que yo era capaz, que yo podía ocupar una banca, por qué, porque tenía 200.000 dólares para pagar en la interna. Esa es la ver­dad”, había dicho Amarilla.

Un grupo de ciudadanos pidiendo por el seguimiento de la denuncia contra la diputada.

En aquella oportunidad, el diputado Colym Soroka le replicó ante la plenaria que él siempre había callado por respeto a la diputada Amari­lla que esta había estado tra­ficando influencias, instalán­dose en la Comisión Bicameral de Presupuesto, gestionando y requiriendo a sus integrantes para que incluyan en el presu­puesto de una gobernación la suma de G. 50 mil millones que esa dependencia departamen­tal supuestamente adeudaba a una empresa de su propiedad.

“Conforme a las publicacio­nes de un medio de prensa basamos esa investigación donde relata el aumento sig­nificativo de su patrimonio y de sus negocios vinculados con el Estado siendo diputada. Con sobrados elementos que hacen suponer que se valió de su condición de parlamenta­ria para beneficiarse econó­micamente, no solo con adju­dicaciones sino también con pago de servicios prestados”, sostuvo Ramírez.

Esta grave acusación aparen­temente pasó desapercibida para el Ministerio Público y para gran parte de la ciudada­nía, a pesar de que se trataba de un delito cuya auditoría estaba siendo atribuida públicamente a la legisladora. Es decir, Ama­rilla pretendía beneficiarse con la inclusión de un crédito presupuestario multimillona­rio, destinado supuestamente a permitir que una empresa de su propiedad pueda recibir el pago de lo que una gobernación le adeudaba.

Sin importar si esa pretensión era justa o injusta, la denuncia de Soroka fue clara y contun­dente, exponiendo a la denun­ciada en su verdadero propósito de recuperar rápidamente los US$ 200 mil que había gastado para poder acceder al cargo de diputada nacional. Y, según el escrito presentado ayer ante la Fiscalía, “ese claro tráfico de influencias obtuvo el resul­tado pretendido por esta des­carada legisladora que acusa a todos sus colegas de corruptos”.

En este sentido, días atrás la diputada se retractó pública­mente por sus declaraciones durante la sesión de la Cámara Baja, donde comentó que algu­nos de sus colegas recibieron dinero de empresarios para apoyar el proyecto que prevé dar una preferencia del 20% al 40% a las industrias nacio­nales para las compras del Estado. Pidió disculpas a Basi­lio “Bachi” Núñez y a sus cole­gas. Dijo que cada vez que la amenacen se retractará, pero que no la van a callar y solo cambiará de discurso.

Déjanos tus comentarios en Voiz