Luego de asegurar que no iba a dar un paso al costado en reitera­das ocasiones y por última vez el jueves, tras la apro­bación del proyecto del Senado con el que le ins­taban a renunciar, final­mente ayer el ministro de Salud Pública, Julio Maz­zoleni, anunció su dimi­sión al cargo. La decisión la dio a conocer tras con­versar con el jefe de Estado, Mario Abdo Benítez. Des­tacó que tomó la decisión en acuerdo con el mandata­rio para pacificar el país y enfrentar la lucha contra la pandemia, pero sobre todo viendo la necesidad de un relacionamiento armónico con el Congreso Nacional para la aprobación de pro­yectos de jerarquía. El vice­ministro Julio Borba inte­rinará en el cargo.

Mientras que negros nuba­rrones cernían ayer sobre el Palacio de Gobierno, el ahora ex ministro Mazzo­leni se reunía con el jefe de Estado buscando una mejor salida ante la fuerte crispación y ansiedad que está generando la crisis sanitaria por la falta de medicamentos e insumos en los hospitales.

“Es necesario un buen rela­cionamiento, armónico, con el Congreso Nacio­nal, por el bien de la nación, y en ese contexto, hemos acor­dado que yo deje el cargo del Ministe­rio de Salud Pública a los efec­tos de que real­mente se pueda generar esa paz que necesita­mos para enfrentar este desafío”, expresó Mazzoleni.

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Si bien la Cámara de Senadores emi­tió una resolu­ción declaratoria por la cual ins­taba a la renun­cia del titular de Salud Pública, de su viceminis­tro Julio Rolón y del director de Vigilan­cia de la Salud, Gui­llermo Sequera, estos dos últimos no confir­maron su dimisión al cierre de esta edición.

ASCENSO Y DESCENSO DEL “CAPITÁN”

En el arranque de la pan­demia del covid-19 en marzo del año pasado, la figura del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, tomó un rol protagó­nico en todas las decisiones políticas que asumía el Gobierno, a los efectos de frenar el avance de la enfermedad. El secretario de Estado fue calificado de “capitán” que dirigía el barco, admirado y respe­tado por la ciudadanía; e incluso se llegó a especu­lar su nombre como futuro candidato con miras a las presidenciales 2023.

Al principio, el éxito en el acatamiento de la cuaren­tena y las estrictas medi­das sanitarias, que evi­taron que en el arranque mismo se dispararan los casos como ocurría en los países vecinos, al parecer dio al ministro Mazzoleni una falsa expectativa de que todo marchaba bien, mientras su imagen ante la ciudadanía se fortale­cía. Pero el tufo putrefacto de la corrupción comenzó a desbordar el barco capi­taneado por Mazzoleni, y ahí comenzó el declive de la cartera sanitaria.

Tras meses de encierro y toda la crisis económica que trajo consigo la pande­mia, el descubrimiento del gran negociado en la com­pra de insumos chinos, la sobrefacturación de medi­camentos e insumos para hospitales, el fiasco de las licitaciones, hicieron que todo se paralizara en el pro­ceso de las compras y pos­terior desabastecimiento de los hospitales, lo que llevó a empeorar la crisis sanitaria.

Si los hechos de corrupción ya no eran suficientes para la indignación ciudadana, a esto se sumó que tras los correspondientes sumarios de los funcionarios admi­nistrativos responsables de estas compras, solo reci­bieron sanciones adminis­trativas y hasta hoy en día la Justicia no ha impuesto una sanción más elevada por estos graves hechos.

ERRORES ESTRATÉGICOS

Este gobierno ha cometido también varios errores que contribuyeron a despres­tigiar la imagen “del gran capitán”, y eso fue desde el momento en que el Eje­cutivo resolvió separar las funciones del ministro de Salud, encargándose exclu­sivamente de las cuestiones sanitarias, y delegando las funciones administrativas para la compra de insumos a terceras personas que ni si quiera formaban parte de la cartera sanitaria. Este otorgamiento de “super­poderes” hizo que Maz­zoleni pierda el control en las compras covid y todo el proceso se ralentizó.

Pero las cuestiones sani­tarias también fueron mal manejadas, desde el punto de vista de cómo ir saliendo de la cuarentena. Tras varios meses de encierro total, el Gobierno no defi­nía con claridad cómo se iban a ir dando la reaper­tura y el reinicio de las acti­vidades comerciales. Eso generó una gran indigna­ción ciudadana, que mien­tras trataba de cumplir con las medidas sanitarias, veía que había personas o sec­tores privilegiados que no cumplían los protocolos y tampoco eran sancionados. En tanto, otros eran perse­guidos e imputados por la Fiscalía, llegando incluso a más de tres mil imputacio­nes por violación a la cua­rentena.

El ambiente comenzó a calentarse cuando en los hospitales comenzaron a faltar infraestructura, insumos, medicamentos, claves para enfrentar al covid. El malestar se inició con el personal de blanco, cuando comenzaron a caer los soldados de la primera línea de batalla.

En tanto, una gran espe­ranza surgió cuando comenzó el proceso de vacunación en el mundo, y aquí se habló de la compra de las vacunas anticovid, pero esa esperanza pronto desapareció cuando pasó el tiempo y el Gobierno, y sobre todo el ministro Maz­zoleni, no sabía con exacti­tud cuándo Paraguay ini­ciaría la inmunización. En tanto, la curva de ascenso de casos se mantiene por encima de los mil diarios, sumados a una veintena de muertes diarias, lo que hizo que esta semana se desa­tara la peor crisis sanitaria que ha vivido el país en los últimos tiempos.

“El Gobierno va a tener que cambiar de gestión”

VÍCTOR RÍOS - Senador PLRA

“La renuncia del ministro Mazzoleni era necesa­ria para que el Gobierno pueda tener todavía chances de recuperar cierta legitimidad y cierto consenso social, es un primer paso”, sentenció el senador liberal Víc­tor Ríos. “La cuestión no radica solo en el cambio de per­sona, el Gobierno va a tener que cambiar de gestión radi­calmente en la gestión de la pandemia, en la gestión del Estado en general”, expresó.

“Si no se produce ese cambio radical si no se vuelve mucho más eficiente en el manejo el Gobierno en la gestión de la pandemia, si no da respuestas inmediatas a los problemas urgentes que tiene la ciudadanía igual va a seguir con este periodo de deterioro que va a poner en tela de juicio la con­tinuidad del Gobierno hasta el 2023”, puntualizó.

“Pasó de ser el capitán a pirata”

JORGE BRÍTEZ - Diputado independiente

“Él es el responsable número uno y pasó de ser capitán a pirata manejando el Minis­terio de Salud. Un saqueo con respecto a los medica­mentos, una negligencia total y una indiferencia. Lo único que hace este ministro es contar muertes y pasar datos, en vez de equipar los hospitales y acompañar a los médicos, y ver si hay o no suminis­tros”, expresó el diputado Jorge Brítez. “Se hizo todo para combatir el covid, y al final los más desamparados y los que menos tienen asis­tencias son los pacientes internados en terapia por covid-19. Se hizo la ley, más las donaciones, más los 1.600 millones de dólares de prés­tamos que se acompañó, fueron todo para combatir la pandemia, compra de medicamentos, insumos, vacunas y al final no hay nada. El presidente Abdo entregó la salud a Mazzoleni y yo insisto que la salud y la economía van de la mano, no se puede cercenar y violar garantías constitucionales”, sostuvo.

“La renuncia era lo mejor en este momento”

MARTÍN ARÉVALO - Senador de la ANR

“Creo que la renuncia del ministro Mazzoleni era lo mejor en este momento por todo lo que se ha dado, por toda la protesta de la gente. Reitero lo mismo que ya había manifestado en la sesión del Senado, el ministro Julio Mazzoleni es una excelente per­sona, pero lastimosamente como titular de Salud Pública le faltó más conocimiento en la administración pública”, expresó ayer el senador colorado Martín Arévalo. “Aparte, lastimosamente se rodeó de perso­nas que no estaban a su altura, y eso perjudicó su desempeño al frente de la cartera sanitaria. Entonces, Dios quiera que el ministro que asuma en su reemplazo sea una persona conocedora de la función pública, que tenga el conocimiento de los trámites y la gestión interna del Ministerio de Salud, porque muchas veces puede ser un buen profe­sional, pero la función pública hace que todo sea más lento”, comentó.

“Solución a los problemas es lo que necesita el país”

STEPHAN RASMUSSEN - Senador del PPQ

“Esto no pasa simplemente por una renuncia. Eso se dio solo para descomprimir el ambiente tenso que hay, directamente generado por inoperancia de gestión de Salud. Esto explotó en la semana, por la falta de medicamentos críticos para covid-19 y familias teniendo que comprar, teniendo en el ministerio disponible alrededor de 300 millones de dólares. Solución es lo que necesita el país, a los problemas de la gente y sobre todo en lo sani­tario”, expuso el senador Stephan Rasmussen.

“No es posible que Paraguay no vacune todavía, es inentendible, incomprensible, inadmisible, que todos los países de la región estén aplicando ya las dosis y nosotros todavía no. Significa que personas van muriendo porque no se actuó de la manera correcta. Sea quien sea el que asuma que encuentre la forma de solucionar estos proble­mas tan acuciantes ahora en pandemia”, cuestionó.

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