La reacción del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, que se dio el jueves ante el pedido de auxilio del señor Joel Oviedo para conseguir medicamentos, fue justificada como una “manipulación”. Las repercusiones que se dieron fueron masivas, pese a eso el mandatario dijo que solo bromeó con uno de los periodistas.
Primeramente, ante la consulta sobre lo ocurrido, lamentó la manipulación de las declaraciones en Villarrica. “Fue una gran manipulación, con mucha maldad”, expresó ayer durante la inauguración del primer Servicio de Hemodiálisis del departamento de Ñeembucú y habilitación de la Sala de Reanimación del Hospital Regional de Pilar.
Describió cómo se dio la expresión, aclaró que respondía a un periodista que le comentó sobre el señor que se mostró ante los medios de prensa; y sostuvo que se dio una mala interpretación del hecho para dejarlo mal parado. “Estaba Nino Silguero, el periodista que me dijo sobre un señor que necesitaba hablar; le dije: ‘chéko ndaha’éi médico’ (yo no soy médico), pero a Nino le dije eso, que es mi amigo de hace tiempo”, aclaró.
Solapando toda la problemática que se generó en torno a eso, y todas las repercusiones políticas, volvió a recalcar que fue un invento que se dio, sacándose de contexto. “Duele pero hay que seguir trabajando”, añadió.
“EL GOBIERNO NO PUEDE HACER OÍDOS SORDOS”
El senador y actual precandidato a la Intendencia de Asunción, Martín Arévalo, manifestó que las autoridades sanitarias y del Gobierno no pueden hacer oídos sordos ante las necesidades de las personas en Salud Pública y más aún en pandemia. Esto en relación a la falta de medicamentos en los centros asistenciales y el reclamo de la ciudadanía por ello.
“Las autoridades tenemos que ser más cautelosas en nuestras apreciaciones y sobre todo respetar a las personas que están pasando mal. Duele muchas veces cuando hacemos oídos sordos a los reclamos de la gente, eso no lleva a ningún lado”, refirió Arévalo.