El ex embajador de Paraguay ante el Vaticano en Roma, Esteban Kriskovich sostuvo que la Ley IVE, Interrupción Voluntario del Embarazo sancionada en la hermana República de Argentina, ha sido la peor legislatura que se haya sancionado en el mundo. Consideró además que la sanción de la normativa constituye un retroceso absolutamente negativo para los Derechos Humanos en la región y toda América Latina.
El diplomático lamentó que se sancionara esta ley que atenta contra la vida de un ser humano indefenso en el seno materno, en el nombre de un supuesto gran logro alcanzado en materia de Derechos Humanos. Sostuvo que la normativa argentina es de las más graves de las vigentes a nivel internacional, porque legitima o permite el aborto “imperativo a petición por cualquier causa hasta las 14 semanas. La mayoría de los países abortistas o tienen aborto por causales específicas, o lo limitan hasta las 12 semanas. Esta ley la declara a simple petición, hasta 14 semanas”, indicó.
El doctor en Ciencias Jurídicas, señaló además que otros de los aspectos deplorable se esta iniciativa es que legitima o permite el aborto hasta el noveno mes, incluso de fetos viables (que ya pueden nacer) de 22 a 40 semanas, con la amplísima causal de supuesta “salud integral”, entendida como perfecta situación psíquica y social.
Al respecto, señala que es el aborto contra personas con discapacidades físicas y mentales, gravemente discriminatorias y eugenésicas, en contradicción a lo que estipula la Convención de las Naciones Unidas, sobre los derechos del Niño y sobre la protección prenatal. “En Europa y Estados Unidos se prohíbe luego de las 22 o 24 semanas; si se lo admite es limitado a grave necesidad por vida o salud física”, señaló.
Mencionó además que esta Ley obliga a realizar abortos a todo el personal de salud (médicos, enfermeras, etc.), bajo amenaza de cárcel y otras sanciones. “Limita severamente la objeción de conciencia; se crea un delito de incumplimiento de requisitos de objeción de conciencia poniendo serias trabas a su ejercicio del profesional de blanco”, mencionó el jurista.
Igualmente, indicó que esta normativa obliga a todo establecimiento de salud a realizar abortos, sin respetar identidad institucional y personal. “No respeta el derecho fundamental a la objeción de conciencia, obligando que todo su personal sea objetor para que el pueda ser ejercido, y aun así obliga a garantizar el aborto en la institución”, explicó Kriskovich.
Otro de los puntos que cuestiona el profesional del derecho, es que la legislatura argentina cierra todos los caminos alternativos que se puedan mostrar a la mujer que desea abortar, con amenazas incluso de prisión para aquellos que lo hagan. “Muchas leyes extranjeras prevén consejerías con opciones a la mujer, plazos de reflexión, ver ecografías, etc.”, acotó.
MATERIA EDUCATIVA
El doctor Kriskovich indicó que en el aspecto educativo, la ley sancionada en el vecino país, impone el aborto como contenido obligatorio de Educación Sexual en primaria y secundaria. Así como también permite que las menores de edad aborten sin autorización de los padres.
“Esta legislación elimina del Código Penal los delitos de muerte de la mujer a consecuencia de un aborto consentido, y de quien haga abortos sin ser profesional de salud. No contiene prohibiciones sobre el destino de cuerpos o tejidos de fetos abortados; por lo tanto, podrían comercializarse”, señaló.
En conclusión, el diplomático considera que en el Paraguay se debe insistir en la lucha por la vida, para evitar que se llegue a tratar una ley parecida a la de Argentina. Igualmente, señaló que el Estado debe analizar dentro del derecho penal internacional, la situación de Paraguay, como país limítrofe de Argentina, para evitar que se produzcan “fraudes a la legislatura”, en el sentido de que compatriotas crucen la frontera para realizar el aborto en forma legal, asesinando a paraguayos no natos, indefensos.
“Es una situación muy delicada, que debe ser analizada, porque puede haber un fraude a la ley y atentar de esa manera el derecho a la vida de la persona por nacer. Como ocurrió en el pasado, que la gente cruzaba la frontera para divorciarse, allá, eso es lo que se conocía como fraude a la Ley. Todo es posible, se debería articular los mecanismos institucionales para defender a la persona por nacer”, comentó.