Las imágenes sobre pertenencias incautadas tras el enfrentamiento fueron las que afectaron emocionalmente a Hans Lindstrom, sobrino de Luis Lindstrom. Los relatos del secuestro de su tío una vez más vinieron a su mente.
Cada objeto guarda una historia real y contada desde la experiencia del sufrimiento de un familiar víctima de este grupo criminal. La historia desde una confesión personal se hizo pública en su cuenta de Twitter. “Me hacían cargar una pesada mochila”, dice al iniciar su relato según el testimonio de su tío, secuestrado por el EPP. “Todos debíamos cargar una y la mía era probablemente la más pesada porque era la que llevaba todas las cosas del campamento, me tenían como su sirviente. Caminábamos todas las noches hasta el amanecer”, continuó describiendo Lindstrom con las imágenes en las que se observan los utensilios y los diferentes elementos que usaban a diario en su cautiverio.
Incluso mencionó cómo se enteraban de las noticias, y era a través de una vieja radio a pilas con antenas que contaba con un cable largo atado a su antena. “Por las mañanas arrojaba el cable bien alto por la rama de un árbol para captar señal y así escuchar las noticias del día. Sabíamos por la prensa lo que hacía la Policía”, relató.