El juez de Delitos Econó­micos Humberto Otazú deberá resolver las chi­canas que se presentaron en el proceso penal que soportan el accionista de la firma Imedic SA, Justo Ferreira; su hija Patri­cia Ferreira y varias personas imputadas por contrabando, producción de documentos no auténticos y asociación criminal, tras la fallida com­pra de insumos médicos para Salud Pública en el marco de la pandemia por covid-19.

Padre e hija presentaron un incidente de nulidad del acta de imputación y una reposi­ción y apelación en subsidio contra la admisión de la impu­tación y la fecha para la audien­cia de imposición de medidas resuelta por el anterior juez José Delmás. Estos incidentes deberán ser analizados por el magistrado Otazú. Con base en estas presentaciones dilatorias, el clan Ferreira sigue litigando en libertad porque la Fiscalía no ordenó la detención de los imputados en el presente caso.

Asimismo, en el presente caso están procesados Guillermo Molina, Gustavo Acosta, Mario Olmedo, Carlos Gamarra y Lauri Pohl. Para todos ellos se solicitó la prisión preventiva.

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El fiscal de la Unidad de Deli­tos Económicos, Osmar Legal, quien imputó al accionista de la firma Imedic SA, Justo Ferreira, y a las demás perso­nas, habría violado el artículo 240 del Código Procesal Penal que habla sobre la detención y los requisitos para que la autori­dad competente pueda ordenar la detención de un imputado.

La omisión de solicitar que sean buscados y detenidos por parte del fiscal Legal con­tra los imputados habría posi­bilitado que los abogados de los Ferreira puedan presen­tar varias chicanas y evitar someterse a la Justicia.

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