De acuerdo a un audio atri­buido a Carmen Villalba, condenada a prisión por el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, y una de las líderes del EPP, en la que confirma que las dos abatidas no forman parte del grupo armado, solo ingresaron para ver a sus padres.

“Cuando cae hijo o hija del pueblo en lucha siempre duele. Estas dos niñi­tas tenían 11 añitos. Son niñas que tuvieron que huir porque precisamente las fuerzas del orden les hostigaban”, mani­fiesta Villalba en el audio fil­trado ayer y reproducido por la 1020 AM.

Señaló que ambas abatidas no eran combatientes del EPP como alegan las autoridades del Gobierno. Destacó que los revolucionarios pagan un alto precio por la lucha, pero que los niños no forman parte de la confrontación de clase. “Estas niñas no son comba­tientes, quisieron ir a festejar sus cumpleaños, quisieron ver a sus padres después de 10 años, porque salieron (del país) cuando eran bebés y hoy les tocó esta maldita suerte. Llevo un profundo dolor, pero eso no significa que tengamos que claudicar, es la lucha de un pueblo que se resiste a la opresión”, agrega Villalba.

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