A pesar de tener a su disposición los informes de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, de la Contraloría General de la República y de otras dependencias donde se llegó a la conclusión que existió irregularidad en la compra fallida que realizaron las firmas Imedic SA y Eurotec, cuyos accionistas son Justo Ferreira, y sus hijos, el fiscal Osmar Legal ignora dichos documentos y sigue sin formular la imputación contra el clan Ferreira.
En el caso se investiga a las citadas dos firmas por intentar vender insumos médicos de dudosa procedencia al Ministerio de Salud que tenía que abonar la suma de G. 86 mil millones por los productos cuando que estos no eran para uso médico. Con todos los informes contundentes que cuenta la Fiscalía sobre la tentativa de estafa de los denunciados, existen sobrados indicios que el clan Ferreira quiso aprovecharse de la pandemia y pretendían lucrar con la salud del pueblo.
DNCP
En una parte del documento de la DNCP dice claramente que “el incumplimiento de la firma denunciada frustró a la convocante, es decir el Ministerio de Salud, de los insumos en tiempo y forma, privándola de la satisfacción de las necesidades de la institución y que esto deriva en el perjuicio que ocasionó al sistema de Salud Pública en plena situación de emergencia sanitaria al dejar desabastecida a la contratante de los elementos objeto llamado cuya naturaleza era urgente”, menciona una parte del contundente informe de la referida institución.
INFORME DE CONTRALORÍA
Por su parte la Contraloría General de la República fue lapidaria en la conclusión de su informe señalando que “la adquisición se encuentra viciada de irregularidades en todas sus etapas, teniendo en cuenta el proceder según los datos publicados y registrados en el sistema de información de las contrataciones públicas”, menciona parte del documento que cuenta en su poder el fiscal Legal, pero hace caso omiso al mismo y sigue beneficiando al clan Ferreira.
Asimismo, la denuncia del Ministerio de Salud y de la comisión parlamentaria creada para hacer seguimiento al citado caso, quienes mencionaron que la importación no reunía los requisitos de una compra con todas las de la ley. Del mismo modo se pudo comprobar que los insumos no eran para que los profesionales de la salud puedan utilizar en la lucha contra el covid-19, por lo que existen sospechas de que Justo Ferreira y sus hijos representantes de las firmas Imedic SA y Eurotec intentaron estafar al Estado con los insumos chinos.
ACTUACIÓN DE FISCAL
Lo que llama poderosamente la atención al Ministerio Público es que los mismos ponen trabas al presente caso excusándose en que faltan algunos informes de la Universidad Nacional de Asunción sobre las mascarillas para luego imputar al clan Ferreira. Igualmente es fuerte la versión que circula por los pasillos de la Fiscalía Anticorrupción que un abogado que asesora externamente a Justo Ferreira sería el nexo con el fiscal Legal en vista a que este profesional del derecho fue abogado de la familia del agente fiscal y que habría un acuerdo entre ambos para tratar de congelar la investigación por tentativa de estafa al Estado.
VIOLACIÓN DEL CÓDIGO PROCESAL
El fiscal de la Unidad de Delitos Económicos Osmar Legal, quien imputó al accionista de la firma Imedic SA Justo Ferreira, a su hija Patricia Ferreira y a otras cinco personas más por contrabando, producción de documentos no auténticos y asociación criminal, violó el artículo 240 del Código Procesal Penal, que habla sobre la detención y los requisitos para que la autoridad competente pueda ordenar la detención de un imputado.
La omisión de solicitar que sean buscados y detenidos por parte del fiscal Legal contra los imputados posibilitó que los abogados de los Ferreira puedan presentar varias chicanas y evitar someterse a la Justicia. Este hecho pareciera ser ideado por el propio Legal en vista a que tendría nexos de amistad con un abogado que asesora externamente al clan Ferreira.
CHICANAS PERMITEN LIBERTAD
Debido a las chicanas que presentó la defensa de Justo Ferreira, el mismo su hija y los demás imputados en el presente caso, siguen gozando de la libertad. Es sumamente llamativo y sospechoso que un fiscal haya imputado y haya pedido la prisión de los imputados, pero no pidió la orden de detención de los procesados. Ahora será el juez Humberto Otazú quien tendrá que fijar la fecha para la audiencia de imposición de medidas cautelares donde se definirá si el clan Ferreira y demás imputados pisan la cárcel de Tacumbú, Buen Pastor u otra penitenciaría de nuestro país.