El llamativo caso del suboficial Arnaldo Báez, que luego de la muerte del joven dirigente liberal Rodrigo Quintana, aquel 1 de abril del 2017, fue supuestamente “tomado” por los adherentes liberales, sin embargo, se le observa pasearse por los pasillos del local.

Tras el crimen de Rodrigo Quin­tana, aquella trágica madrugada del 1 de abril del 2017, en la sede del Par­tido Liberal Radical Autén­tico (PLRA), los adherentes a dicha nucleación política habían sostenido que los policías ingresaron a matar, en todo momento sostuvie­ron que los uniformados querían más víctimas, sin embargo, un suboficial de la Policía, Arnaldo Andrés Báez, de cuya escopeta había caído la vainilla servida, cuya bala habría impactado en la víc­tima, era uno más del mon­tón, se paseaba por todas las dependencias. Al principio se dijo que fue “demorado” contra su voluntad por parte de los partidarios azules.

El suboficial Arnaldo Báez era parte del departamento moto­rizado de la Policía Nacional y ese 31 de marzo fue designado como apoyo para contener los hechos de violencia.

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PASEO. Momento en que baja del primer piso.

En las imágenes del circuito cerrado del local del PLRA se lo observa ingresar después de Gustavo Florentín y de su escopeta saltó la vainilla que habría matado a Rodrigo Quintana y que posterior­mente fue alterado y llevado por un adherente de nombre Fernando Cáceres.

Tras este hecho, los agen­tes que ingresaron al local, inmediatamente se replega­ron y volvieron a la Coman­dancia. Llamativamente no fue así con Báez, quien en su declaración ante la Fiscalía había manifestado que los seguidores liberales le habían “tomado y detenido” contra su voluntad y metido en una de las oficinas del local par­tidario.

INTERROGADO. El policía habla con un superior, el comisario general Abel Cañete.

Si estuviera “demorado” por los adherentes, los agentes de Investigación de Deli­tos de Asunción le hubie­sen encontrado, ya que los mismos, a cargo del comi­sario Tomás Paredes Palma, ingresaron al recinto poco después del crimen. Sin embargo, ni los subalter­nos del mencionado comi­sario hallaron alguna irre­gularidad con Báez.

Las imágenes dicen otra cosa, a las 1.15:20 horas se le observa a Báez pasearse por los pasi­llos de la sede partidaria, inclusive irse hasta el primer piso. Es decir, se movió cons­tantemente dentro del recinto y manteniendo conversacio­nes con los que se encontra­ban en el lugar.

DECLARACIÓN. Aquí Báez ya conversa con la fiscala Raquel Fernández, quien está sentada. Eran casi las 4:00.

Alrededor de las 3:23:50 horas, Báez baja por la esca­lera desde el primer piso y se acerca hasta un superior, el comisario general Abel Cañete, director de Investi­gaciones de aquel momento. A este supuestamente le explica todo lo ocurrido.

A las 3:29, el suboficial Báez empieza a conversar con la fiscala Raquel Fernández, una especie de declaración testifical. Esto ocurrió hasta las 4:01, para luego irse hacia la calle.

Abogado pedirá incluir imágenes obviadas por el Ministerio Público

Ricardo Estigarribia, abogado.

Varios juristas coinciden con el defensor del suboficial acusado del crimen de Rodrigo Quintana.

Ricardo Estigarribia, abogado del suboficial Gustavo Floren­tín, acusado por el crimen de Rodrigo Quintana, hecho ocurrido el 1 de abril del 2017, pedirá en la audiencia preli­minar la inclusión de las imá­genes desde las 00:18 hasta las 6:00 horas de ese día, ya que el Ministerio Público solo valoró tres segundos de las filmacio­nes para encausar a su cliente.

“Vamos a solicitar en la preliminar las 6 horas de filma­ción del circuito cerrado del local del Partido Liberal Radi­cal Auténtico (PLRA), ya que tenemos imágenes que con­cluyen en una alteración de la escena del crimen. La Fis­calía no incluyó en la investi­gación todos los sospechosos movimientos que sucedieron luego del homicidio del joven liberal”, dijo Estigarribia.

En otro momento, explicó que la entonces fiscala original de la causa, Raquel Fernán­dez, solo valoró tres segun­dos de las filmaciones, desde las 00:22.07 a las 00:22.09, momento en que Quintana recibió el impacto de bala.

Para el abogado existen muchas cosas sospechosas que quedaron sin investigar, prin­cipalmente la alteración de la escena del crimen por parte de los adherentes liberales que se encontraban en el lugar.

“Tenemos confianza que todas las imágenes serán incluidas en la audiencia pre­liminar por parte del juez”, manifestó Estigarribia.

CANCELACIÓN DE LA PERSONERÍA DEL ABOGADO DE LOS PADRES DE LA VÍCTIMA

El abogado Ricardo Estigarri­bia nuevamente insistió en la cancelación de la personería jurídica de Guillermo Duarte Cacavelos, representante de la querella de los padres de la víctima Rodrigo Quintana, por una cuestión de igualdad procesal.

“No solo yo pedí la cancela­ción de la personería jurídica del mencionado abogado, pidió también Óscar Germán Latorre, representante de Tomás Paredes Palma, y de la hija de Rodrigo Quintana, los abogados Fabián y Ana Ramírez Mora”, explicó Esti­garribia.

Los otros abogados, Víctor Raúl Estigarribia y Sandra Barrios, representantes de Gustavo Florentín, sostienen que el abogado Guillermo Duarte Cacavelos no tiene espacio legal en el proceso.

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