En el Código Penal paraguayo no está penado que un con­ductor desvíe un control callejero montado por la Policía Nacional (barrera), en la opinión de la fiscala Ana Girala. Esta agente fis­cal tiene a su cargo el caso de la persecución a una familia y posterior disparos de arma de fuego por parte de dos poli­cías contra un rodado en el que viajaba toda una familia, que terminó con un niño gra­vemente herido de bala.

Girala, de todas maneras, explicó ayer que analizarán el actuar del propietario del vehículo, Ricardo Riquelme, padre del niño baleado por los dos policías. El percance se produjo el sábado 30 de mayo ya en horas de la noche en la ciudad de San Lorenzo, aun­que fueron perseguidos hasta la ciudad de Luque. El niño de 6 años acusó 3 impactos de balas y su mamá tuvo un refi­lón a la altura del hombro. El pequeño debió ser sometido a dos cirugías y ahora está en terapia intensiva del Hospital de Trauma.

La funcionaria del Ministe­rio Público manifestó que otra hubiera sido la situa­ción si Riquelme hubiese atropellado la barrera o se negaba a detener la marcha. “Otra situación hubiese sido si pasaba por la barrera, se negaba, se resistía o atro­pellaba la barrera, si oca­sionaba alguna lesión a los intervinientes. Pero el hecho de desviar no está penado”, expresó Girala, en diálogo con radio Mil AM.

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Los policías involucrados en el caso son el oficial ayudante Derlis Sanabria y el subofi­cial Juan Amarilla, quienes fueron imputados por los hechos punibles de homici­dio doloso en grado de ten­tativa, omisión de auxilio y lesión corporal en el ejercicio de funciones públicas.

“El hecho se inició en una barrera en la ciudad de San Lorenzo y culminó en Luque. Ahí sí tenemos identificado que el que realizó disparos es el señor Derlis Sanabria, que es el acompañante del rodado”, expresó la represen­tante del Ministerio Público, informó radio Mil.

La fiscala mencionó que el padre del niño, el señor Ricardo Riquelme, argu­mentó que no paró la marcha de su vehículo ya que supues­tamente desde que empezó la persecución los policías dis­paraban directamente hacia el auto. “Solamente con un circuito cerrado o al tener la versión también de testigos o de otras personas podríamos corroborar esa circunstan­cia”, refirió.

No obstante, adelantó que no se descarta analizar la actua­ción del padre por interven­ciones peligrosas o violación del deber del cuidado en el trayecto.

Finalmente, insistió que en el Código Penal no existe una figura que tipifique el desvío de una barrera como penado. “Otra situación hubiese sido si pasaba por la barrera, se negaba, se resistía o atrope­llaba la barrera, si ocasionaba alguna lesión a los intervi­nientes”, puntualizó.

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