Muchas empresas y comercios en esta cuarentena por coronavirus se encuentran en un inminente estado de insolvencia y que inclusive ya hablan de la quiebra. Los créditos ofrecidos por las entidades financieras de plaza pueden ser una solución, pero deben estar debidamente planificados y ser acompañados con un buen asesoramiento legal. En esta entrevista, el abogado Edward Arca López, especialista en Derecho Concursal, convocatoria de acreedores, quiebras y bancarrotas, aconseja a los comercios y empresas afectados no caer en la desesperación porque la ley prevé situaciones como las que estamos viviendo.

Explicó que la solución tampoco es la decisión apresurada de declaración de quiebra, sino que existen otros mecanismos jurídicos contemplados en la Ley (154/69) para que las empresas puedan sobrellevar esta situación de crisis que se plantea ahora por el fenómeno de la pandemia por coronavirus.

–¿Cómo estás viendo el impacto de la cuarentena por coronavirus en el sistema financiero y por sobre todo en la gente?

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–Es absolutamente negativo. Podemos decir que es anormal o excepcional. El atraso o el impago de deudas se volvió hoy día en algo común. La gente ahora está priorizando otras cosas, evidentemente. Esto ahora pasó a segundo plano. Es la situación que veo y que se está viviendo. Pero hay que entender que una cosa es el atraso o la mora del deudor con respecto a sus acreedores, y la otra es la imposibilidad definitiva de cumplir con sus compromisos. No obstante, este atraso en los pagos produce un escenario negativo en el sistema financiero y por ende en todo el sistema de la economía. Existe una esperanza de que la rueda pueda seguir girando. Pero una cuestión es cómo estábamos antes y cómo estamos ahora que sobrevino esta situación de crisis con la COVID-19, que para mí es una situación un poco más benévola. No hay que olvidar que hay empresas que ya venían de una situación crítica porque el 2019 no fue un año bueno. Mucha gente ya venía tambaleando, ya estaba en estado de insolvencia. Muchas empresas estaban intentando recuperarse en los primeros meses de este año, pero con el coronavirus se produjo una cuestión excepcional. Dentro de este grupo hay muchísima otra gente que no va a poder cumplir con sus compromisos.

–¿Qué opciones... qué alternativas tienen?, ¿créditos?

–Lo que pasa es que la solución misma y de parte del mismo gobierno apuntan otorgar nuevos créditos. En definitiva, el agente se está endeudado más para pagar nuevas obligaciones, o para pagar obligaciones antiguas. Esta situación, en una situación de crisis, no está mal tampoco. Sin embargo, hay que hacer un estudio sobre la situación de cada empresa para saber cual es su problema y recién después otorgar ese crédito. Esto va a solucionar un problema del momento, pero pan para hoy puede ser hambre para mañana. Con créditos se van a solucionar los problemas de pagos de salarios del momento y algunas otras obligaciones dentro del sistema para poder reactivar su economía. Quizá el dinero que le sobra va a destinar para capital operativo y poder levantar la empresa en esta situación de crisis.

–Pero... ¿que podría pasar si la economía no se recupera a corto o mediano plazo?

–Esa es mi preocupación. No te olvides que mucho va a depender del tiempo de la cuarentena. Hay empresas, según sus rubros, que se van a poder reactivar dentro de la economía, de tal forma a generar ingresos y poder cumplir con sus obligaciones. ¿Qué va a pasar si por ejemplo de aquí a 1, 2 ó 3 años esos créditos adquiridos no pueden ser devueltos o cumplidos? Es ahí donde vamos a estar ya en escenario peor. Ahí es donde yo digo que van a ir las empresas definitivamente a la quiebra.

–¿Y cuál es la solución? ¿Existe alguna esperanza de recuperación o qué es lo que se pueden hacer esas empresas que también tienen muchos trabajadores?

–Hay que analizar caso por caso, en qué rubro está trabajando cada empresa. Por ejemplo, hay sectores que están trabajando en el rubro de gastronomía, eventos, viajes, turismo, de la educación etc., que son los rubros más golpeados ahora. No visualizo una recuperación rápida en estas áreas. Hay empresas que directamente suspendieron a sus trabajadores y cerraron, otros que se están reinventando buscando superar esta crisis, pero esto tampoco les da la seguridad de que van a llegar a buen puerto. Entonces, muchas firmas desean sacar un crédito para enfrentar, pero hay que ver en cada caso si están preparadas para poder cumplir con esas obligaciones y hay que ver también si no tenían créditos anteriores. A lo mejor eran también empresas que estaban cumpliendo bien con sus obligaciones, pero que ahora están enfrentando una situación muy excepcional. Están también los otros grupos de personas y empresas que les está yendo bien en esta crisis, como la industria farmacéutica, supermercados, servicios de delivery y otros.

–¿Y el común de la gente, que a la postre son los más vulnerables?

–Es el sector mayoritario impactado, que son los que tienen salarios básicos en el sector público o privado. Es más, miles de personas ahora quedaron desempleadas, y que tenían también deudas que cumplir, pero que ahora se rompió esa cadena de pago. No, solamente esa gente no va a poder cumplir con su obligación, sino que también las empresas a quienes les deben no van a poder tampoco cumplir con esas obligaciones. Eso es lo que produce justamente la insolvencia. Existen figuras jurídicas que están para atender los casos de insolvencia. Me refiero al rompimiento de una cadena de pagos. Si yo no pago una deuda, también produce el incumplimiento de otras personas, y así se produce el rompimiento de la cadena de pago, un estado de insolvencia. El hecho de que más de 2.000 empresas pidieron a IPS la cesación temporal de actividades laborales no es un dato menor.

CÓMO ENFRENTAR

–¿Cuál es el consejo que podría hacer para las empresas ante esta situación: sacar nuevos créditos para subsistir? ¿Cuál es el camino legal que tiene ante esta situación?

–Por sobre todas las cosas deben estar bien asesorados. En este sentido tiene un protagonismo muy importante en las empresas la figura del asesor legal concursal o un asesor en cuestiones de insolvencia. Hoy en día la mayoría de las empresas lo tienen. Antes ni queríamos escuchar la palabra insolvencia, que ahora, sin embargo, hay que enfrentarla por el riesgo latente. Ojalá que después de esta pandemia no venga otra, que se llama insolvencia. Esta es la imposibilidad de pago de mucha gente que puede llevar sí a la quiebra a mucha gente.

–¿Hay una esperanza todavía para comercios y empresas que se quieren declarar en quiebra?

–Claro que sí. Ante esta situación de crisis inclusive se puede sobrellevar, salir adelante. Es cuestión de ver las posibilidades económicas. Se habla mucho de la quiebra y los medios dicen también que va a haber hasta un 70, 80% de empresas en quiebra. ¡Nooo!, eso no es tan así. Pasa que muy poca gente sabe que para evitar la quiebra existen medios legales. Está, por ejemplo, la Ley Nº 154/69, que yo creo que es la ley que debe ser atendida hoy en día. En su artículo 1 dice más o menos así: El estado de insolvencia se manifiesta por uno o más o incumplimientos y ante hechos que demuestren la impotencia de poder cumplir con sus obligaciones. Esta ley redactada en el año 1969 ya establecía lo que está pasando hoy en día. Es decir, un estado de insolvencia. Ahora hay mucha gente en estado de insolvencia. Pero eso no quiere decir que estas empresas están muerta o está en quiebra. No, no es así.

EVITAR LA QUIEBRA

–¿Se puede evitar la quiebra de una empresa entonces?

–Totalmente. La empresa en situación de insolvencia puede evitar la quiebra con un buen asesoramiento legal. Yo sugiero un asesor legal concursal. Así se podría sobrellevar este temporal que está viviendo. Ese asesor legal tiene que hacer primero un diagnóstico general de la firma, cuáles son sus deudas más apremiantes antes de la COVID-19 y cuáles serán las que sobrevendrán poscoronavirus. Tiene que saber también con qué patrimonio cuenta para enfrentar la crisis. El asesor tiene que saber que el dueño quiere o no salvar la empresa. Yo veo que la mayoría de los empresarios son valientes. Evidentemente se trata de una situación especial que va a pasar. La cuestión es estar bien acompañados por los asesores.

–¿En esta situación de emergencia, se modificó el marco legal vigente que se tiene en la mano para estas situaciones de insolvencia?

–Yo no he visto ningún cambio en esta emergencia. Es más, yo creo que esta ley del año 1969 es la ley que va a salvar a muchas empresas que ahora están en el estado de insolvencia. Porque la insolvencia se manifiesta ya en algunos casos, que es la imposibilidad del pago de las obligaciones de las empresas. Es más, ya a lo mejor muchas obligaciones no están pudiendo cumplir. Los comercios y las firmas afectadas tienen que tener una radiografía y un diagnóstico completo de toda su empresa. Muchas empresas también están subsistiendo y buscan oportunidades, que también se están dando.

PLANIFICAR

–¿Está mal tomar créditos ahora?

–Hay mucha necesidad también de créditos. Y no está mal tomar créditos, pero al tomar ese crédito uno tiene que saber cuál va a ser la consecuencia de tomarlo por una cuestión de impago a futuro o por una otra cuestión. Es decir, puedo pagar todas mis deudas hora, pero qué hago después. El hecho de tomar un crédito tiene que representar también una proyección económica, estratégica, para ver la forma en que voy a poder cumplir con ese crédito. Porque si yo no puedo cumplir después con ese crédito, ahí es donde realmente la persona se va a ir a la quiebra. No se va a ir a la quiebra por culpa del coronavirus, sino que se va a ir a la quiebra por culpa de no poder cumplir con esos compromisos financieros a futuro. Por eso la planificación previa es fundamental. Todo crédito que se tome debe estar debidamente planificado.

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