Autoridades del Gobierno lamentaron la intolerancia y la estigmatización hacia los connacionales que retornan del exterior por parte de los propios compatriotas que rechazaban su ingreso ante el temor de la pandemia del coronavirus. En ese sentido, el ministro del Interior, Euclides Acevedo, cuestionó a los “impolutos de salud” por tener esta actitud poco solidaria hacia personas que ni siquiera se sabe si son portadoras de la COVID-19.
El secretario de Estado lamentó la falta de solidaridad hacia los connacionales que en su totalidad son sometidos a cuarentena obligatoria. “¿Por qué carajos tenemos que estigmatizar a nuestros compatriotas que vuelven del exterior? Sabemos que al volver se van a exponer a una rígida cuarentena sanitaria”, cuestionó Acevedo, en comunicación con la 1020 AM.
Instó a los paraguayos a “dejarse de la macana” y pidió mayor solidaridad con los que vuelven del exterior en un momento complicado como la pandemia. “Nos vemos obligados a que los compatriotas que vuelven a no contar en público dónde van a estar, porque salen los impolutos de la salud a quemar cubiertas, a armar un escándalos y a echarlos a patadas”, agregó Acevedo.
Mientras que el ministro asesor de Asuntos Internacionales, Federico González, lamentó que grupos, que incluso que están encabezados por médicos, llegaron a quemar los recintos donde los connacionales debían cumplir el período de cuarentena. Indicó que estos grupos expresan su rechazo bajo el argumento de que estas personas son potenciales portadores de la COVID-19 y que una vez que ingresen al territorio paraguayo, la enfermedad se propagará con mayor velocidad.
Agregó que estos grupos bloquean rutas en señal de protesta, utilizando a varios adultos mayores como barreras. “Pero no solo se niegan a que ingresen, sino que bloquean las rutas y accesos con personas mayores de 60 años, queman los lugares a donde los estamos llevando, apeligrando la vida de estos ciudadanos”, comentó.
EL PÁNICO
En tanto, el psicólogo e investigador Martín Negrete analizó cómo el miedo y el pánico pueden generar acciones de discriminación, llegando al punto de funcionar en modo individualista del “sálvese quien pueda”. “Cuando hay miedo y pánico, uno entra en un modo más individualista y busca protegerse y proteger su entorno más directo, y no le interesa las demás personas”, afirmó.