La oficina de la Asesoría Geopolítica y de Asuntos Internacionales del Ministerio del Interior, cuyo ministro es Euclides Acevedo, propuso en un foro energético internacional, realizado en Asunción, dos alternativas como política de Estado con relación a la renegociación con Brasil del Anexo C del Tratado de Itaipú.
Primero, utilizar la energía barata para el desarrollo industrial del Paraguay una vez saldada la deuda en el 2023, así como la libre disponibilidad de la energía que le corresponde para su comercialización y, segundo, mantener el costo de la energía y crear un fondo que sea administrado por un instituto público o banco de desarrollo exclusivamente para las áreas de salud, educación, seguridad e infraestructura.
El profesor doctor Rubén Darío Melgarejo Lanzoni, asesor ad honorem de esa oficina del Ministerio del Interior, hizo pública la presentación de estas dos opciones que tiene el Paraguay frente al desafío inminente de la renegociación con el gobierno de Jair Bolsonaro del Anexo C del Tratado de Itaipú, en ocasión de la realización de una conferencia internacional. El evento se denominó 2º Ciclo del Foro Energético-Paraguay 2040: El Futuro de la Geopolítica de la Energía en el Cono Sur, que se realizó en el Banco Central del Paraguay (BCP) los días 26 y 27 de este mes con la participación de connotados expertos, expositores internacionales, ex cancilleres, académicos y referentes civiles, bajo el patrocinio de la Itaipú Binacional, UNA y otras entidades.
“Hay que unir estas dos opciones para hacer frente al desafío histórico que tiene el Paraguay y definir qué haremos con nuestro principal bien, que tiene un valor de 70 mil millones de dólares. Hoy ya tenemos la energía hidroeléctrica más barata del Mercosur. En términos reales, ya somos competitivos para atraer inversiones de electrointensivas. Solo nos faltan otros elementos para concretar la radicación de esos capitales. Por eso, les propongo ser audaces y tomar un crédito de 20 mil millones de dólares y distribuirlos en partes iguales entre Brasil y Paraguay para destinarlos al desarrollo de los países. Así estaríamos dando un enorme impulso al desarrollo, algo imposible de lograr de otra forma”, destacó Melgarejo Lanzoni, ex canciller en el gobierno de Juan Carlos Wasmosy (1993-1998).
La ponencia contó con la participación de Christine Folch, una historiadora norteamericana egresada con honores de Harvard, PhD en antropología por la Universidad de Nueva York y docente de antropología en la Universidad de Duke (EEUU), quien conoce a profundidad la causa paraguaya en Itaipú desde el 2007. También disertaron Rubén Ramírez Lezcano, ex canciller; Cecilia Llamosas y Victorio Oxilia. Fueron invitados por la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (FP-UNA) y el Centro de Recursos Naturales, Energía y Desarrollo (Crece), organizadores del evento. El encuentro fue declarado de interés nacional por la Cámara de Diputados el pasado 18 de febrero.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El asesor del Ministerio del Interior hizo una breve reseña de la historia geopolítica de la región con énfasis en la discusión de límites entre Paraguay y Brasil entre 1494 (Tratado de Tordesillas), 1777 (Ildefonso) y 1872 (Loizaga-Cotegipe), para luego referirse al papel que le cupo a Itamaraty (Cancillería del Brasil) en 1966, previa protesta de Paraguay un año antes. Este diferendo afectó la falta de acuerdo de límites entre ambos países en la zona de Salto del Guairá, que terminó con una propuesta brasileña de construir la represa hidroeléctrica Itaipú. Así, quedó bajo agua el hermoso salto. “El 22 de junio de 1966 se firma el acuerdo entre Brasil y Paraguay. Se da por concluido el problema de límites iniciado en 1811, con lo cual quedamos con el territorio que actualmente tenemos como país. El diferendo limítrofe hoy se encuentra sumergido bajo las aguas del Río Paraná”, sentenció Melgarejo.
“Nuestro gran desafío histórico es definir una política de Estado con relación al Anexo C del Tratado de Itaipú. Tenemos que establecer el futuro de la principal fuente generadora de desarrollo económico y social del Paraguay y generar un equipo representativo de todo el Paraguay que “no admita grietas”, tal como ocurrió en 1966. Debemos definir una estrategia a futuro sin excluir a nadie porque nos estamos jugando el destino de generaciones. Hay que avanzar hacia la definición de estrategias que respondan a un modelo de sociedad exponencialmente desarrollada e inclusiva”, agregó.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Se constituyó en un espacio de participación ciudadana para identificar los recursos geopolíticos que Paraguay podría tener de cara a una mejor revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, así como la construcción de intereses nacionales del Paraguay en el marco de la renegociación en el 2023.