Rodrigo Escobar, miembro del Tribunal de Cuentas, Primera Sala, quien se postula para el cargo de ministro de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), tuvo su paso por Paraguarí, donde lo recuerdan por sus reiteradas ausencias y la falta de resoluciones judiciales.
El abogado Manuel Rolón, quien era el titular del Colegio de Abogados de Paraguarí cuando Escobar se desempeñaba en la zona, lo recordó por sus constantes ausencias.
“Nosotros le cuestionábamos sus ausencias reiteradas y la falta de resoluciones”, se limitó a señalar Rolón a La Nación.
Recurriendo a los antecedentes, se puede encontrar que el Colegio de Abogados de Paraguarí lo denunció hasta por cobro irregular de salarios.
Escobar, quien es más conocido por sus oscuros antecedentes que por buena gestión, tiene en su haber denuncias por irregularidades y hasta maltrato.
Uno de los cuestionamientos data del 2010, cuando se lo señalaba como uno de los responsables de que un homicidio quedara impune debido a su grosera actuación dilatoria.
A partir del 2003, Escobar empieza a sumar antecedentes, en ese entonces era juez en lo Civil, Laboral y de la Niñez y la Adolescencia de Paraguarí, y uno de sus funcionarios lo denunció por maltrato ante el Consejo de Superintendencia de la Corte.
Su traslado de la X Circunscripción Judicial de Paraguarí ocurrió en el 2010 y fue celebrado hasta con explosión de petardos por abogados, funcionarios judiciales y sus mismos colegas en las afueras del local.
Pero antes, como era muy cuestionada su gestión en la circunscripción judicial y quería continuar en el puesto, consiguió una constancia de “buena conducta”. El reconocimiento había sido concedido por el intendente de dicha ciudad. Sin embargo, surgieron varios cuestionamientos y el propio jefe comunal le pidió que devuelva el certificado.