Roberto Izurieta, reconocido consultor político y colaborador de CNN, dijo a La Nación que el conflicto entre Estados Unidos e Irán preocupa a la población norteamericana ante el temor de que se vuelva mucho más grave y pase al nivel de guerra abierta.

El conocido consul­tor político argen­tino Roberto Izurieta, en una entrevista exclusiva con Universo 970 AM, habló del conflicto entre Esta­dos Unidos e Irán desatado el pasado 3 de enero, tras la muerte del líder militar iraní Qasem Soleimani, en Irak, ordenado por el presidente norteamericano Donald Trump. La tensión se acre­centó días pasados, luego de que la base aérea de los Esta­dos Unidos en Irak fuera atacada con misiles por los iraníes, en venganza por el fallecimiento de Soleimani. Al respecto, Izurieta sos­tiene que hay preocupación en la población norteameri­cana ante el temor de que los conflictos bélicos se vuelvan mucho más graves y pasen al nivel de una guerra abierta. Cabe señalar que horas des­pués del ataque de Teherán, en un mensaje a su nación, Trump anunció sanciones económicas para Irán, elu­diendo por ahora la interven­ción militar, con lo que baja­ron los niveles de irritación.

–¿Cómo se lee lo que acon­tece hoy en los Estados Uni­dos a partir del conflicto con Irán? ¿Qué implican­cia tiene en la sociedad norteamericana?, ¿cómo la está viviendo?

–Una especie de preocupa­ción. La situación en Oriente Medio, los problemas milita­res, políticos, de seguridad, siempre fueron muy graves. Existía una suerte de polí­tica de contención, de hacer un esfuerzo por no agravar mucho más los hechos, la ten­sión de las distintas agresio­nes. Pero lo que hemos visto en estos días es que pasa­ron a un nivel distinto, a una etapa distinta, a una confron­tación que se teme que tenga más hechos de guerra abierta, más hechos de continuos his­tóricos atentados, problemas políticos que van más de cua­renta años. Entonces, una decisión que siempre debió haber sido calculada, plani­ficada, diseñada con mayores expertos de departamentos de Estado, departamentos de defensa. Tal imposición fue tomada de manera muy apre­surada y, sin lugar a dudas, sin las consultas políticas que son apropiadas y corresponden en medidas de esta gravedad.

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–Hay demasiadas lecturas que atribuyen esta coin­cidencia histórica con el hecho de acontecimien­tos en la vida política del propio presidente nortea­mericano, como el juicio político, como el tema de la reelección, ¿qué posibi­lidad hay que este sea un hecho oportunista res­pecto a estos aconteci­mientos?

–Este temor existe sobre todo en los sectores demócratas y en muchos de los consulto­res internacionales que son expertos en el conflicto del Oriente Medio. El protocolo en estos casos es básicamente el siguiente: es una ame­naza inminente, el gobierno de los Estados Unidos tiene que actuar de manera inme­diata para salvar la seguri­dad, instalaciones sobre el personal norteamericano; no necesita la autorización del Congreso, pero aún en esos casos se estila consultar a los miembros más importantes, por ejemplo, a los jefes de las comisiones de seguridad, de defensa, comunicarles que se va a actuar de determinada manera. Dado el conflicto político que existe interna­mente en Estados Unidos... ahora este protocolo no se siguió. Todo eso configura un escenario en el cual esas preocupaciones se vuelven sumamente válidas.

–¿Qué representa esta cuestión para la populari­dad del presidente Donald Trump?

–Es difícil saberlo. En prin­cipio cuando los líderes tie­nen un pensamiento exte­rior, lo que se produce es una suerte de suma en sus fuer­zas internas y hasta de su popularidad política interna. Esto no se está viendo por el momento, pero lo que tene­mos que entender es que todo conflicto bélico no se termina en el día en que se toma una decisión. Esto es un proceso sumamente complicado, doloroso y mientras que Irán, y lo mismo Irak, no acaban de decidir su política de reacción por estos hechos, pues no lo podremos medir. Es una de las cosas que estamos moni­toreando muy cercanamente.

–¿Cuando el señor Trump sale y dice que tienen 52 objetivos definidos en Irán, teniendo en cuenta la toma de rehenes en Irán en pasa­das décadas y la elección del número 52, todo ese simbo­lismo político existe detrás de todas estas posiciones y las declaraciones públi­cas, o es una idea que nos hacemos desde los medios de comunicación simple­mente?

–No, yo estoy seguro de que existe esto. En estas mismas declaraciones, en esta misma plataforma de las redes socia­les, yo llego a decir también que los momentos históri­cos no están exentos. Sería inaceptable entrar a un con­flicto militar sin reglas o con las mismas reglas que ellos están estableciendo; eso sería sumamente grave como en la Primera Guerra Mundial, mucha sangre ha corrido, muchos destrozos se han dado en la humanidad en los últimos años como para no haber aprendido nada de eso. Sin lugar a dudas, el gobierno está metiendo a aquellos agentes políticos analistas mucho más radicales, los que se han quedado cerca del pre­sidente muchos años. Es una administración que ha tenido una saturación de personal y los que quedan alrededor de él son personas muy radica­les, entonces, lo que se está viendo es el resultado de un presidente que tiene un tem­peramento muy tenso que no está rodeado de consultores, no está rodeado de asesores y funcionarios que le hagan reflexionar sobre la grave­dad que sería cualquiera de esas declaraciones, o en estos casos también acciones. Ese es otro de los temores que están sucediendo.

–¿Cómo se comporta el Congreso ante estas cir­cunstancias?

–Yo soy muy franco al decir que nos ponen en una situa­ción a la defensiva política­mente. Recordemos que el proceso de juicio político cul­minó su última etapa, a través de la cual el Congreso le envía al Senado los artículos o los cargos que tiene que enfren­tar el presidente en el Senado. La primera disputa que se dio fue que el Congreso no quiso enviar esos artículos o no se acordó como corresponde, en qué términos, cómo se desa­rrollaría el juicio y en la mitad de esta disputa sucedió esta operación militar muy grave, la muerte del segundo hom­bre más poderoso de Irán, en Irak; estaba en otro país, era una persona que tenía car­gos en las cuestiones inter­nacionales también, lo cual lo hace mucho más grave. Entonces, todo esto produce una serie de difusión en todo el ambiente político que por lo que se ve, lo que están haciendo los demócratas, es actuar con la mayor cautela posible.

PERFIL

ROBERTO IZURIETA

Nacionalidad: Argentina

Formación académica: Máster en Ciencias de la Comunicación, Ciencias Políticas y Campañas Electorales. Colaborador de la cadena CNN y consultor político. Profesor de la George Washington University (GWU).

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