Tras su prolongado silencio luego de su fracaso en su condición de fugaz “empresario” de medios, Chenita anda sacando la cabeza desde su búnker, donde vive recluido, escondido de quien sabe quién y por qué, para presentarse como el gran impoluto y juzgador de la moralidad.
Rápidamente le recordaron la manera en que hizo su dinero aprovechándose de incautos internautas y burlando el pago de sus impuestos. A esto se suma la aparición de su nombre en los famosos Panamá Papers y sus cuentas off shore. ¿Qué bueno sería que la Seprelad se pegue una vuelta por Lambaré y bichee el origen de esas cuentas?
Hasta ahora este personaje sigue siendo dueño de una marca de un programa de televisión emitido en el canal del “cachalote” perfumado a quien hasta ahora sigue vendiendo buzones. Este programa es manejado por Chenita para pasar facturas a sus enemigos de turno y “apretar” a los amigos. ¡Una barbaridad!
Los legionarios de la calle Yegros siguen con el operativo refrito, especialidad de la llorona investigadora. Se trata de un caso ideal para exhibir en las clases de periodismo de cómo no se debe hacer periodismo.
Usan y abusan de un informe preliminar de la Policía Federal como la verdad absoluta, pero obvian las conclusiones finales de esa misma fuente. Claro, en el informe preliminar se nombra a quienes ellos detestan, y como en el informe final lo excluyen, se hacen del ñembotavy. ¡Pero qué éticos, qué ecuánimes. Ejemplo del antiperiodismo a nivel mundial!
El célebre constitucionalista karape, conocido como Huguito el Ñoqui, cuyo aporte a la historia política pasó por haber sido el senador más akanê y keranã de ese periodo, anda buscando un zoquete desesperadamente. Dicen que sus ingresos andan muy flojos y no puede cubrir todas sus cuentas.
Con ese objetivo, anda tirando opiniones del agrado de los chiitas de la calle Yegros a ver si eso le posiciona con el gataflorismo…
Lo peor es que nadie le da pelota porque tiene menos solvencia y ética que una planta de lechuga. Fuerza Dr. Ñoqui… que Pelusa te va a seguir teniendo de paquito… algo es algo.