Un paraguayo que reside en Santiago, Bernardino Leguizamón, empresario gastronómico, dijo que comparte las reivindicaciones, pero le preocupa la situación de violencia. “El vandalismo y todo lo que ocurre no para, no tiene fin, tampoco justificación, hay personas que estamos a favor de los cambios que el pueblo quiere, pero no del caos”, dijo.
Confesó que desde hace muchos días están sin dormir, muy preocupados, porque pequeños empresarios como él están afectados, además de 25 empleados que están a su disposición. Los que sufren la falta de colectivos y el paro del metro y más en horarios nocturnos.
Mencionó que “Chile es un país que tiene mucha diferencia de clase socioeconómica, entonces hay una parte que se ve afectada por el tema de pensiones, salud y educación; no todos tienen acceso a los servicios o al menos no como otras personas”, añadió.
Apoya la idea de llegar a un consenso para romper desigualdades, pero el otro sector enfocado en hechos vandálicos, al no tener represión porque a los carabineros se les sacó la oportunidad de paliar situaciones con el más mínimo uso de fuerza, se descontrola.