Los profesionales hablaron con La Nación y narraron las diversas experiencias que les tocaron vivir en el exterior gracias a este programa para posgrados. Diego Fernando Sánchez Martínez, médico; Mónica Centeno, del área de comunicación social, y Lorena María Selent, agrónoma, contaron cómo les fue en universidades de EEUU, Argentina y España, respectivamente.
“Becal nace en julio del 2015 como un programa, con el objetivo de financiar estudios de posgrados a paraguayos con los mejores perfiles a las mejores universidades a nivel mundial. Hasta este momento tenemos unos 1.500 becarios, unos 800 que ya retornaron. Hay una inversión ya realizada de US$ 65 millones y hay un calendario de trabajo para seguir otorgando nuevas becas hasta el 2023. Esperamos otorgar unas 1.500 becas”, manifestó Federico Mora, coordinador de Becal.
Confirmó que gracias a las experiencias adquiridas en estos cuatro años fue posible incluir nuevos productos, como por ejemplo la formación de idiomas, dirigidos a universitarios, ya que consideran que es la principal brecha para llegar a las grandes universidades. Se incluyó también la movilidad universitaria, que da la oportunidad a los estudiantes de hacer todo un semestre de sus carreras en universidades del exterior, a modo de intercambio.
“Becal tiene también una reserva de un fondo de US$ 7 millones, para la reinserción de nuestros becarios que va a estar disponible desde el 2020 y tiene tres líneas de acciones, la primera es vincular a los doctores que está formando Becal a la academia de tiempo completo; la segunda es vincular líneas de investigación que se desarrollan aquí en Paraguay, financiando proyectos de investigación, y la tercera es para promover la investigación a través de recursos que puedan ser cofinanciados con la empresa o con el sector privado para introducir innovaciones en la gestión, en la producción”, explicó Mora.
“Fue todo un cambio en la forma de ver las cosas”
Diego Fernando Sánchez Martínez, de 35 años, fue uno de los becarios de Becal. Él es médico cirujano recibido de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción, especializado en Anatomía Patológica. Se postuló al programa en el 2017. Gracias a la beca, obtuvo el título de Máster of Science in Bioinformatics, en la universidad Johns Hopkins University, de los Estados Unidos.
En contacto con La Nación comentó todos los pormenores que hicieron que finalmente pueda viajar al exterior para su especialización.
“Comencé a iniciarme en el área de investigación. Comenzamos haciendo congresos y fuimos evolucionando en lo que estábamos estudiando, estudiamos cáncer desde el punto de vista más básico y lo lógico era hacer ya la parte de biología molecular, pero eso requiere de muchas estadísticas y el apoyo de cuestiones informáticas para poder solucionar los problemas y poder hacer los análisis adecuados con los datos que uno tiene. Nos contactaron investigadores externos y nosotros enviamos ciertos materiales, pero hacía falta quien analice y como tenía formación básica en estadística dije que quería hacer eso”, mencionó.
Comentó además: “Comenzamos a ver cómo hacer para ir al exterior a estudiar. Como era muy caro hacer todo eso, surge la cuestión de Becal. Ahí se presentan dos posibilidades, el ir a estudiar en un lugar y tal vez conseguir una beca si el lugar en el que me aceptaban se encontraba entre las mejores universidades. Yo me postulé a Johns Hopkins University para el programa de Máster of Science in Bioinformatics y con esa aceptación esperé que apareciera la postulación de Becal. Esperé por la cuarta convocatoria y casi venció mi aceptación para la universidad, porque te esperan un año para poder iniciar, entonces en ese proceso abrió Becal la cuarta convocatoria y ahí fue que logré presentarme”.
Sánchez relató que no fue fácil, ya que en la tercera convocatoria de Becal se dieron alrededor de 300 becas; sin embargo, para la cuarta convocatoria para la que él se postuló fueron muy pocas. Para su categoría, que era máster profesionalizante, se ofrecieron siete espacios y él ingresó en el número 6 de un total de 399 postulantes.
“Estuve casi dos años, en total fueron 21 meses. Volví en junio de este año (2019). La beca me cubrió completamente todo lo que corresponde al arancel de la universidad. Además de eso, llegó a cubrirme 17 meses de estadía a un costo de un poco más de US$ 1.400 al mes. Para mí fue todo un cambio en la forma de ver las cosas, no solo en la academia, sino el hecho de vivir otras culturas y de intercambiar experiencia con gente no solo del país que te recibe, sino con otra gente que vienen de diferentes lugares para estudiar e investigar en ese país, eso fue bastante enriquecedor”, finalizó.
“Es una ayuda que tenemos que tomarla y aprovecharla”
Mónica Centeno es licenciada en Comunicación Social, egresada de la Universidad Nacional de Misiones, Posadas. Antes de acceder a la beca realizó dos posgrados en Argentina sobre Escritura Científica y Comunicación Social y Periodismo y Género, en la Universidad de La Plata. Gracias a Becal logró la maestría en Liderazgo Democrático y Comunicación Política, en la Universidad Complutense de Madrid, España. Regresó al país el 22 de octubre del 2017.
“Desde mucho antes de que saliera Becal yo ya me iba fijando en diferentes becas. Cuando salió la posibilidad de Becal no dudé, siempre tenía ese plan de seguir estudiando y Becal fue una experiencia maravillosa que me permitió seguir mis estudios y tener una formación en otro país con otras visiones y muy buenos docentes. Eso me permitió, a mi retorno, diversificar mis conocimientos y aplicarlos en la profesión y en la práctica misma”, explicó Centeno.
Cuenta que el 30 de junio del 2016 le confirmaron que fue una de las beneficiadas con la beca, viajó a Europa tres meses después, el 21 de setiembre de ese mismo año (2016).
“En términos de formación, la Complutense me permitió abrir un poco mi espectro de conocimientos, de reflexiones y teorías que no tenía antes y me ayudaron un poco a ver y a tener percepciones diferentes de la composición política del mundo. Yo soy docente universitaria en la Universidad Católica de Itapúa en la carrera de Ciencias de la Comunicación y siempre les hablo a mis alumnos que aspiren a más, que tenemos la posibilidad y la suerte como país de contar con una beca así y que muchos países no la tienen y que tienen que esperar la suerte de la vida de salir sorteados en una beca”, manifestó.
Agregó, finalmente: “Tengo la mejor percepción de lo que fue Becal. Al menos, en mi experiencia siempre estuvieron muy abiertos para resolver cualquier tipo de problemas y la agilidad de los trámites fue superrápido. Todo se dio de manera supereficiente. La universidad no tuvo ningún problema de pagos ni nada por el estilo, la transferencia bancaria del depósito de dinero mensual, todo transcurrió muy bien. Yo creo que es una ayuda que tenemos que tomarla y aprovecharla”.
“Es un gran regalo de la vida y del Gobierno”
Otra de las profesionales de Becal, que desde finales del 2017 ya se encuentra desarrollando todos sus conocimientos aquí en Paraguay, es Lorena Selent. Ella nos cuenta que se enteró de la convocatoria por medio de las redes sociales y de los medios de comunicación. Entre julio y agosto del 2016 se enteró que efectivamente formaba parte de los seleccionados que accedieron a la beca.
Selent es ingeniera agrónoma y pudo seguir su maestría en la Universidad Autónoma de Madrid, España. Luego de un año de estudio obtuvo el título de Maestría Oficial en Ciencias Agroalimentaria y Agroambiental.
“Fue una buenísima experiencia tanto a nivel profesional como personal. Profesional por las innovaciones, además de la cultura, los intercambios. Es algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados acá en las universidades, más que nada por las partes teóricas, los contenidos que si bien son diferentes son aplicables también acá en Paraguay”, comentó.
Dijo además que actualmente trabaja en el rubro de los pequeños productores en la localidad de Capitán Miranda, por lo que la parte técnica le sirve precisamente para el buen desarrollo de sus funciones en el área mencionada.
“Ahora con la reinserción laboral sigo trabajando en el municipio junto a los pequeños productores. La experiencia de Becal la considero como una oportunidad única desde el momento que fui seleccionada. Es un gran regalo de la vida y del Gobierno también, que hizo la gestión. Si no era por Becal yo no habría hecho esto. Tener un título de máster en lo profesional significa un gran orgullo, eso lo valoro muchísimo”, destacó.
En cuanto a los beneficios obtenidos gracias a su maestría, ella comenta que desde que retornó al país y se reintegró a su equipo de trabajo ya vio los primeros cambios, ya que le ascendieron de puesto, “un título más es muy valorado”, finalizó.